06 Jun

SAN AGUSTÍN

San Agustín (354-430) fue un filósofo de la Edad Media. Nacíó en Tagaste (Argelia). San Agustín definía la filosofía como sierva De la teología (“ancilla theologiae”) Y defendíó a la escuela patrística.
Entre sus obras más conocidas se encuentran “Confesiones” y “La Ciudad de Dios”.

Conocimiento

En lo que se refiere a la metafísica, de influencia Platónica, San Agustín defiende un dualismo ontológico en el que diferencia Entre mundo sensible y mundo inteligible, al que identifica con Dios. Por otra Parte, defiende el Creacionismo, según el cual Dios creó el mundo a partir de La nada (ex-nihilo), tomando como Prototipos las ideas que están en su mente. Al haber sido el mundo creado, éste Tiene un principio y un final; sólo Dios es eterno. También sostiene que Dios Creó el mundo por su propia voluntad, por medio de la palabra (identificada con Jesucristo) y fuera del tiempo, pues el tiempo empieza en el momento de la Creación.

Para explicar la evolución del mundo, San Agustín Recurre a las “razones seminales”, una especie de semillas invisibles que Dios Habría creado al principio y de una solo vez, y que se irían desplegando cada Una a su tiempo, de manera que no haría falta la intervención de Dios para que El mundo marche por sí mismo.

Por otro lado, San Agustín aspira a alcanzar la verdad Y la felicidad, que para él se encuentran en Cristo. El camino que conduce a Cristo requiere tanto de la fe como de la razón, que son complementarias, Aunque asegura que la razón está supeditada a la fe ya que no es capaz de Alcanzar por sí sola la verdad y la felicidad. Así pues, considera a la fe como El medio para llegar a la verdad. Para San Agustín hay una sola verdad, y esa Verdad es Dios.

En cuantoa su Teoría del conocimiento, San Agustín plantea el problema de la verdad. Para Este filósofo, la búsqueda de la verdad es necesaria, ya que el ser humano Tiene una tendencia innata hacia la sabiduría que debe intentar satisfacer. La Verdad nos hace sabios y en la sabiduría está la felicidad (beatitud).

San Agustín distingue entre 3 niveles de conocimiento Que se corresponden con 3 tipos de fuentes para obtener la verdad. De esta Forma, distingue entre: el conocimiento sensible, el nivel más bajo del Conocimiento, captado por los sentidos yequivalente a la “Doxa” platónica; el conocimiento racional o la verdad Lógica; la contemplación de las ideas, el nivel más elevado del conocimiento, Que se realiza a través de la mente, equivalente a la “noesis” de Platón, que Es la única que proporciona certeza absoluta. Esta contemplación conduce a la Sabiduría, que sólo es posible por la gracia de la iluminación divina (iniciativa de Dios).

Antropología

San Agustín afirma que el hombre, que está hecho a Imagen y semejanza de Dios, es la obra maestra de la Creación. Mantiene el Dualismo antropológico de Platón, que defiende la concepción del hombre como un Ser compuesto de cuerpo (mortal) y alma (inmortal). El cuerpo es de carácter Inferior al alma y no es más que un simple instrumento para ella. Por otro Lado, es defensor del creacionismo de las almas, que sostiene que Dios ha Creado cada alma directamente y de manera individual. En consecuencia, el alma Es temporal, por lo que San Agustín niega su eternidad.

El filósofo considera que sólo el ser humano posee un Alma racional capaz de conocer, y que ésta tiene 3 facultades: memoria, por la Que nos identificamos, inteligencia (logos), Por la que conocemos, y voluntad, por la que queremos, asociadas a la Santísima Trinidad: Dios, Cristo y el Espíritu Santo, respectivamente.

Política

San Agustín escribíó “La Ciudad de Dios”, que constituye una reflexión acerca de la Historia desde el punto de vista cristiano, donde afirma que es el nacimiento De Cristo el que marca los 3 tiempos históricos: pasado (antes de Cristo), Presente y futuro (después de Cristo y hasta el final de los tiempos, cuando Llegue el Reino de Dios y el final de la historia). San Agustín introduce en la Filosofía el concepto lineal del tiempo y de la historia propio del Cristianismo.

Desde el principio de la historia, 2 ciudades conviven En el mundo: la Ciudad de Dios y la Ciudad de los hombres. Cada uno de los Hombres pertenece a una de las 2 ciudades, en función de si ama a Dios o si se Ama a sí mismo, respectivamente. En el presente estas 2 ciudades metafóricas se Encuentran entremezcladas, manteniendo una lucha ética entre sus componentes, y Será en el Juicio Final cuando ambas ciudades se separen, salvándose únicamente Los que pertenecen a la ciudad de Dios.

Por otra parte, Agustín defiende la intervención de la Iglesia en la sociedad civil, pues el Estado, que es un poder temporal, debe Estar supeditado al poder espiritual. Dicho de otra manera, la Iglesia, que es La que encarna los principios cristianos, debe trasmitirlos al Estado y, por Tanto, es superior a él.



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