16 Oct

Crítica a la metafísica tradicional

Esta crítica está irremediablemente conectada con la crítica a la moral.
No olvidemos que la moral tradicional se fundamenta en la distinción platónica de los dos mundos, el aparente y el real. La crítica se dirige a Sócrates, que hizo subyugar a Dionisio (la vida)
Bajo el fuero de Apolo (la razón, la lógica). Pero detrás del idealismo socrático-platónico se esconde un odio, un recelo a la vida, al instinto: se esconde la decadencia.
La metafísica tradicional es dogmática: considera el ser como algo fijo, estático, inmutable. Pero realmente este ser no existe; Sólo existe el devenir, sólo existe el mundo de las apariencias, los fenómenos. Sólo son los sentidos los que nos conectan con el devenir, con el fenómeno, con las apariencias.
En definitiva, el supremo error de la metafísica consiste en haber admitido ese desdoblamiento entre mundo verdadero y mundo aparente y en haber hecho depender éste de aquél, cuando sólo existe el mundo que ellos definen como aparente.
Nietzsche en su concepción de la realidad, pone la vida como aspecto de la realidad al que todo se subordina. Si para la metafísica tradicional la realidad es estática fija e inmutable, solamente podemos conocerla, aprehenderla, a través de una constitución fija, estática, absoluta y universal: el concepto. Nietzsche duda de que el concepto pueda servir para aprehender la realidad del ser, que es devenir y cambio.
Otro obstáculo es la idea de ‘’verdad’’. Para  Nietzsche una verdad resulta verdadera por su valor para la vida. El valor para la vida es lo que decide en última instancia. La vida determina si algo es verdad o no.

Crítica a la ciencia

Nietzsche critica una determinada concepción de la ciencia, cuyo mecanicismo no anda muy lejos de la metafísica tradicional que trata el devenir del ser como si fuera una apariencia.
Por otro lado la ciencia que investiga la naturaleza, lo físico, nada o muy poco nos puede decir sobre el ser humano. Lo humano la desborda, y la pasión, el placer, el dolor, se escapan entre sus tupidas redes de números y formulaciones.
La ciencia, a pesar de que en sí misma es atea y se ocupa exclusivamente del mundo físico y del ser humano como ser de la naturaleza, ha derivado en un nuevo Nihilismo.
La nueva imagen de la realidad, que se puede denominar materialismo mecanicista, ha sido vivida como un gran desengaño que resulta insoportable a la conciencia.
Nietsche combate el antiguo Nihilismo y también este nuevo Nihilismo. No hay que buscar un sentido a la vida. La vida tiene sentido por ella misma y no necesita justificación. Esto ha de ser algo evidente y fundamental.

Nihilismo, voluntad de poder y superhombre



Nietzsche hace abundantes referencias a lo que llama Nihilismo europeo. Se trata del Nihilismo como la ‘’desvalorización’’ de los valores anteriores y como consecuencia necesaria del cristianismo moral y del concepto de verdad en la filosofía. Según Nietzsche en función de la voluntad de poder, podemos distinguir dos tipos de Nihilismo:
-Un Nihilismo pasivo: Sería la voluntad de negar la vida. Y ésta es la profecía de nuestro autor, cuando señala al Nihilismo como el destino de los pueblos de Occidente. Un Nihilismo que está a punto de llegar ya que todos los valores creados por la tradición occidental son falsos. Lo valores superiores pierden validez y por tanto toda la civilización occidental se queda sin sentido: es el gran apagón, la desorientación total. Tal estado aún no ha llegado, pero son claros los síntomas de decadencia que conducen al mismo.
-Un Nihilismo activo: Sería la cara positiva del Nihilismo en cuanto supone una reflexión acerca del mismo, un darnos cuenta de cómo se han ido creando estos falsos valores, de cómo se ha producido la ‘’inversión de valores’’. Los valores no se derrumban por sí mismos, dado su carácter ilusorio, sino que la voluntad de poder los niega y esta negación se convierte en la condición necesaria para la creación de unos nuevos valores que afirmen la vida y la aparición de un nuevo ser humano, el superhombre
Podemos reconocer el Nihilismo en tres momentos:
 1º Destrucción de los valores que han estado vigentes hasta ahora y en consecuencia, aparición de la duda, la desorientación la falta de brújula y rumbo y sin ningún punto de referencia para orientarnos.
2º Como afirmación del propio proceso nihilista, como una reflexión y un distanciamiento de los valores vigentes.
3º El Nihilismo como punto de partida hacia una nueva visión del ser y del ser humano. La voluntad de poder abre nuevos caminos y crea una nueva moral, una nueva ontología y una nueva antropología.

La voluntad de poder

El concepto de voluntad trata de expresar la idea de que el ser es una fuerza ciega, caótica, constructora y destructora, que se encamina en alguna dirección, como si quisiera consumar algo determinado, pero que puede cambiar y de hecho cambia constantemente. Nietzsche añadirá a esta concepción del ser como una voluntad ciega y absurda que está en continuo devenir, creando y destruyendo y que tiende al poder. El ser tiene como esencia un impulso que lo lleva a imponerse sobre lo que le rodea, sobre el resto del ser.
Para Nietzsche la voluntad de poder es voluntad de crear, de alumbrar nuevos valores, voluntad de dar, voluntad de afirmar la diferencia.
 La voluntad de poder puede ser afirmativa o negativa, esto es, valorar o depreciar. Lo propio de la voluntad es afirmar o negar la vida. La voluntad de poder afirmativa quiere la vida. La afirmación es lo que define la voluntad como creación alegría donación amor; la vida.
También la voluntad de poder puede ser negativa o perseguir la nada. Es la depreciación de la vida, su odio. La vida es culpable y responsable y necesita justificación. Frente a la ontología tradicional y su visión estática, fija e inmutable de la realidad la voluntad de poder manifiesta una realidad múltiple y en permanente movimiento. El ser es devenir, porque siempre se está haciendo, está mejorándose. Platón distingue dos mundos: el aparente y el inteligible. Para Nietzsche el aparente reivindica la multiplicidad del ser.
La capacidad mas significativa de la voluntad de poder es la voluntad de juzgar, la capacidad que tiene el ser humano de crear valores. Juzgar es crear y en esta creación de valores se simboliza la máxma actuación de la voluntad de poder.


+Temática:

La crítica a la tradición judeo-cristiana y al platonismo


Nietzsche parte de que la cultura occidental está viciada desde su origen, fundamentalmente desde Sócrates.
La cultura occidental desde su principio, debido a Sócrates y Platón, es una cultura racional y dogmática, y por eso es decadente. La tradición occidental se opone a la vida, a los instintos, porque está empeñada en implantar el reino de la ‘’tradicionalidad’’.

-Critica a los Valores Tradicionales


Critica a la filosofía(metafísica) en el aspecto ontológico y el aspecto epistemológico.
Aspecto ontológico: -Estatismo: el ser como algo fijo   -Separación entre ser real y aparente.  -Prejuicios contra la vida
Aspecto epistemológico: -Uso del concepto frente a la metáfora   -Posibilidad de ser engañados mediante el lenguaje  -Crítica a las ciencias positivas: No pueden ofrecernos una moral que obligue. /Están al                    
                                          servicio del estado
Crítica moral:
-Origen de los prejuicios morales
-Evaluación errónea:
  ·Malvado=noble
  ·Bueno=plebeyo
-Actitud reactiva: el resentimiento
Crítica religión: Se justifica en Dios, no en el hombre.

Crítica a la moral tradicional:


La crítica que hace a la moral platónico-cristiana se centra en destacar su carácter contranatural; es una moral que se dirige contra los instintos de la vida, una moral decadente. La metafísica cristiana se encuentra detrás de la moral cristiana. El ser humano concreto, la vida, el mundo real dejan de tener sentido y parece alzarse un orden moral extrahumano, extravital.
Le gustaba calificarse de inmoralista pero no podemos decir que fuera amoral ya que tiene una moral. Una moral, eso sí, bien diferente , que consiste en una exaltación de la vida en su completo desarrollo, creatividad y destrucción naturales vistas desde la inocencia del devenir.
La religión dogmática caen sobre quien nace en ese mundo cultural, quien ha de crecer en torno a algo asfixiante, que lo fuerza dentro de sus normas.
Es preciso reconocer y formentar el movimiento contrario: el arte como exigencia de todo el que tiene voluntad de superación.

Crítica a la moral cristiana


Nietzsche critica lo que él llama el espíritu cristiano, que ya tiene sus precedentes en la época de la Grecia clásica, encarnado en las figuras de Sócrates y Platón. Estos pensadores fueron defensores de una moral ascética, fundada en una concepción de la vida como castigo y del ser humano como alma inmortal prisionera de un cuerpo que debe purificarse.
Esta moral es una moral nihilista que repudia la sensualidad al considerarla pecado. Esto es una herencia de la religión judía, entendida como Imperio sacerdotal.Lo mas significativo de esta moral es la inversión que hace de los valores, por lo que la denominada moral de los esclavos o moral de la debilidad. Moral que exalta como virtudes las cualidades y actitudes que el mundo antiguo y pagano consideraba defectos despreciables propios de seres humanos y pueblos sumisos sin valor sin honor y por ello fáciles de someter.
La raíz de esta moral de la debilidad no es otra que el resentimiento, una especie de odio interior mezclado con miedo, que no se atreve a manifestarse, que no se atreve a luchar.
 La voluntad de poder puede ser afirmativa o negativa, esto es, valorar o depreciar. Lo propio de la voluntad es afirmar o negar la vida. La voluntad de poder afirmativa quiere la vida. La afirmación es lo que define la voluntad como creación alegría donación amor; la vida.
También la voluntad de poder puede ser negativa o perseguir la nada. Es la depreciación de la vida, su odio. La vida es culpable y responsable y necesita justificación. Frente a la ontología tradicional y su visión estática, fija e inmutable de la realidad la voluntad de poder manifiesta una realidad múltiple y en permanente movimiento. El ser es devenir, porque siempre se está haciendo, está mejorándose. Platón distingue dos mundos: el aparente y el inteligible. Para Nietzsche el aparente reivindica la multiplicidad del ser.
La capacidad mas significativa de la voluntad de poder es la voluntad de juzgar, la capacidad que tiene el ser humano de crear valores. Juzgar es crear y en esta creación de valores se simboliza la máxma actuación de la voluntad de poder.

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