01 Mar

ARQUITECTURA

CarácterÍSTICAS

            Como el resto de las artes, está integrada dentro de un sistema teórico, de modo que hay una fuerte relación entre arquitectura y matemáticas, en su búsqueda de las medidas de acuerdo con la filosofía Neoplatónica.

           Los modelos constructivos, los toma de la arquitectura clásica, aunque con mucha libertad, preocupándose esencialmente por las proporciones conseguidas por módulos simples (que son las formas geométricas básicas: cubo, cilindro….) y minuciosos cálculos matemáticos, todo esto se traducirá en una gran simetría de las construcciones.

            Técnicamente, hay una vuelta al muro como superficie y un abandono de los arcos que no fuesen de 1/ 2 punto. Se utilizará la bóveda de cañón y predominaran las cubiertas adinteladas (generalmente de madera y con casetones). Se abandona el pilar gótico y se generaliza el uso de la columna y la pilastra adosada. Lo que lleva a la utilización de los capiteles de los estilos clásicos. La fachada tendrá una decoración típica de medallones, guirnaldas, almohadillas, etc.

            Los edificios más representativos son las iglesias (de planta de cruz latina o griega y fachada, generalmente, con uno o varios frontones), y los palacios urbanos.

            La concepción espacial, como en Grecia, se vuelve a interpretar la armónía cósmica en términos geométricos, donde las figuras básicas, son las claves de este lenguaje, si estos edificios se conciben como una totalidad armónica elaborada a partir de elementos simples (cuadrado, círculo…), en la que nada puede ser añadido o quitado sin alterar su orden total, todo ello a imitación del cosmos.

        En el espacio interior se busca la creación de espacios homogéneos de carácter estático, ( frente a la diversidad gótica ) donde los muros son muy patentes y visibles, sin buscar la desmaterialización ni la espiritualización del espacio, sino la armónía entre sus componentes, toda esta arquitectura está llena de simbolismos de tipo pitagórico – numérico; así, se exalta el círculo, porque se considera que es la figura más perfecta, y por ello, las plantas de las iglesias, tienden al centralismo, ya que la simetría es la mejor representación del nuevo concepto del Dios renacentista. Esta centralización fue tan importante, que en las plantas de cruz latina (longitudinal) sus elementos se disponen de manera que el espacio se unifique hacia el centro, haciendo que la cúpula sea el elemento central al que se subordinan los demás.

EL  QUATTROCENTO S. XV.

            Lo distinto del nuevo estilo es esencialmente el empleo de un lenguaje decorativo diferente, basado en los GRUTESCOS  (ornamentación a base de seres fantásticos completamente entrelazada, propia del Renacimiento. Procede de la decoración romana pompeyana descubierta en las excavaciones.   Grutesco = gruta), estos, cubren los fustes de las columnas, pilastras, frisos, etc… , su composición es simétrica o  “a candilieri “(partiendo de un eje o candelabro). Como hemos dicho, renacer los elementos clásicos: órdenes, arcos, la bóveda de cañón etc…

             BRUNELLESCHI      (1377 –  1446). Es quien sienta las bases del nuevo estilo, aunque la cúpula de la catedral de la “Santa María de las Flores”, patrona de Florencia (primera cúpula del Renacimiento) aún tiene elementos góticos al elevarse todavía sobre un tambor octogonal como los cimborrios góticos, y en realidad, presenta dos cúpulas: una interior semiesférica, y otra exterior apuntada, que contrarresta los empujes de la primera.

            En el “Hospital de los Inocentes”, utiliza decoración exterior de galerías de arcos de medio punto.

            Donde más se aproxima a lo clásico, es en la planta basilical de “S. Lorenzo”, “Santo Espíritu” y “Santa Crocce”, donde aparecen la columna y la pilastra romana coronadas por ricos capiteles corintios, reaparece el entablamento y se adintelan las cubiertas que aparecen también con casetones, todo ello, inspirado en la basílicas Paleocristiana.    

            En la “Capilla Pazzi” (Florencia), crea un tipo de construcción cúbica con cúpula sobre pechinas, pilastras arcaizantes y formas circulares de proporciones armónicamente equilibradas.

            “El Palacio Pitti” (Florencia), es el prototipo de palacio renacentista. Carece de torre defensiva y tiene el paramento almohadillado en toda su amplia fachada y tres hileras de ventanas. Es un prototipo y en su tiempo sirvió de modelo a otros muchos palacios.

EL  CINQUECENTO  S. XVI.

Al comenzar el s. XVI, Florencia deja de ser la capital artística de Italia, y Roma pasa al primer plano. En torno a la corte papal de Julio II y después de León X, se agrupan innumerables artistas (Bramante, Rafael, Miguel Ángel…).

BRAMANTE, (1444, 1514). Renuncia a lo ornamental y subraya con severidad el gusto por la simpleza estructural. Siguiendo los fundamentos teóricos de Alberti construye en Roma para los RRCC españoles el templete de “San Pietro in Montorio” (1502, 1504), que prácticamente carece de espacio interior, es más una escultura arquitectónica. Reminiscencia de los templos de Vesta y de la Sibila en la planta. Cúpula, columnas dóricas sobre gradas y nichos en el segundo cuerpo. Ausencia de decoración.

            En 1505 Julio II le encarga la construcción de la nueva Basílica de San Pedro del Vaticano, para lo cual elige la planta de cruz griega coronada por una gran cúpula, ejemplo claro del simbolismo de lo perfecto y divino-celestial. Tras su muerte, el papa le encarga la obra a Rafael y a Sangallo, pero finalizará la gran basílica Miguel Ángel, sufriendo modificaciones en este transcurso, de forma que la planta será ahora de cruz latina en el proyecto de Sangallo y otra vez de cruz griega en el de Miguel Ángel. La fachada es de Maderna (posterior).

            Planta de San Pedro del Vaticano (idea de Bramante). Encargada por Julio II, en 1506 se coloca la primera piedra, de una basílica que iba a construirse según los planos de Bramante, el cual concibe este templo como el ideal de planta central, partiendo de la cruz griega con brazos cerrados en hemiciclo, sobre cuya intersección iría una cúpula. En las esquinas debería repetirse el esquema de las cúpulas y en las diagonales  se colocarían sacristías octogonales que formarían las esquinas de un enorme cuadrado. El conjunto estaba más concebido por la armónía del plano que en función del efecto espacial y el aspecto externo hubiera sido el de una montaña de cúpulas. El juego del cuadrado y el círculo lo consideró como el más perfecto para la iglesia más santa de la cristiandad, por ser formas simbólicas perfectas, como lo es la divinidad.

            Otra obra de Bramante es el claustro de “Santa María de la Paz”.

Miguel ÁNGEL, (la crisis del Renacimiento).

La arquitectura de M.A. Marca el inicio de las formas manieristas.

A la severidad y sereno equilibrio de Bramante sucede en la segunda mitad del s. XVI un estilo diferente que sustituye la serenidad por la tensión y la medida por los efectos sorprendentes y, aunque utiliza los mismos elementos del vocabulario arquitectónico clásico, los utiliza arbitrariamente, sin respetar muchas veces su distribución tradicional, atento sobre todo, a conseguir efectos caprichosos y dinámicos huyendo del canon clásico y potenciando el matiz subjetivo y original del arquitecto. Este estilo cuando se consolide definitivamente, será llamado “Manierismo” y el arquitecto que establece el paso entre el clasicismo renacentista y el nuevo estilo manierista es Miguel Ángel, el polifacético artista que en su no muy extensa producción arquitectónica es quien sienta las bases del manierismo.

            Su primera obra arquitectónica es la “Sala de Lectura y el Vestíbulo de la Biblioteca Laurenciana” (Florencia), cuya hermosa escalera, llena de ritmo y movimiento (anticipándose a la arquitectura barroca del s. XVII). Consigue una gran tensión producida por tímpanos rotos, pilastras invertidas que adelgazan en la parte inferior, columnas que no pertenecen a ningún orden en concreto, introduce la columna en la masa del paramento etc. Todo es revolucionario, ha superado completamente las normas de Bramante, es un anuncio del Barroco.

            Posteriormente en 1547, cuando ya tiene 70 años, el Papa Pablo II le encomienda la conclusión de “San Pedro del Vaticano”, él, acaba aceptando pero con la condición de poder variar todo lo que considere oportuno. Las reformas se resumen en que prescinde de tres pórticos centrales y de las sacristías alojadas en las torres. Pero lo más importante es la “cúpula”  que Miguel Ángel concibe, inspirándose en la de Brunelleschi de la Catedral de Florencia, pero la dota de una enorme altura (131m) que está en consonancia con las dimensiones de la planta. Decora el tambor de la impresionante cúpula con columnas pareadas y frontones triangulares y curvilíneos (muy utilizados en el manierismo). Alarga y simboliza la fachada con grandes pilastras que la recorren de arriba abajo y hornacinas.

            Otra obra suya es la “Capilla de los Médicis” en Florencia. De complejos y recargados muros donde amontona elementos de arquitectura clásica y donde coloca las estatuas funerarias de los Médicis.

            Ordena también la “plaza del Capitolio de Roma”, centrándola en la estatua  de Marco Aurelio a caballo y rodéándola en tres de sus lados por palacios proyectados también por él y cuidadosamente calculados en dimensiones, disposición y configuración de las fachadas

.           Hay que señalar también la “Puerta Pía en Roma”, donde utiliza muy libremente un arco poligonal y remates de obeliscos y bolas.

LA PINTURA RENACENTISTA

CarácterÍSTICAS.

Como ya se vio, la pintura gótica italiana era muy original, ya que perseguía unos intereses clásicos que ahora se especifican claramente.

El hombre vuelve a ser la medida de todas las cosas como en el clasicismo, y su cuerpo sometido a la proporción que va a fijarse como arquetipo. Todas las tendencias configuraran a la pintura como un instrumento de conocimiento de la realidad para desentrañar sus secretos y no solamente como algo decorativo. Buen ejemplo de esto, es la constante investigación renacentista sobre la perspectiva lineal, y aérea. Con todo esto, los cuadros se convierten en artificios ópticos a modo de escenarios teatrales que se ven desde un sólo punto de vista.

La luz matizará los colores para mejor representación del volumen, aunque básicamente, en esta pintura predominará más lo lineal-escultórico que lo colorístico-cromático.

Otra vez, aparecen los cánones clásicos para las figuras humanas y en general se vuelve a la representación de la perfección natural, como una antología de la realidad circundante, incluso las diferentes figuras se agrupan entre sí, para formar sencillos esquemas compositivos, generalmente simétricos, que ordenan el mundo y o someten a reglas racionales.

Dentro de los pintores renacentistas, se hablará de innovadores o progresistas y de conservadores. Los primeros serán aquellos que den importancia a la búsqueda del volumen  y los segundos los que continúan dando importancia al color y a la línea (cosa cercana al gótico; Fray Angélico, Boticelli…).

Técnicamente, hay que resaltar la utilización del óleo que viene de los países bajos, que permite más Realismo y facilidad al pintar. Aparece a finales del s.XV en Italia, así como la utilización de la tela como soporte, lo cual permite popularizar más la pintura.

También es importante la forma de pintar, tomando apuntes del natural, y acabando el cuadro en el estudio.

MASACCIO (1401-1428). Aunque su existencia es contemporánea de Fray Angélico, su estilo es totalmente distinto y progresista, es el creador de una nueva sensibilidad, poderosa y monumental, introduciendo muchos elementos antes desconocidos en la pintura italiana.

Despreció el color vivo, la minuciosidad del detalle y el oro propios del gótico internacional, en favor de grandes volúMenes conseguidos a base de luces y sombras y de austera decoración. Es lamentable que Masaccio, cuya vida estaba marcada por el signo del genio, muriera a tan temprana edad, solamente veintisiete años.

Masaccio, intenta simplificar la narración para concentrarse en la expresión de las figuras, así, aunque la estructura iconográfica de los cuadros es la tradicional, su propuesta resulta totalmente innovadora, de forma que su obra no podía ser apreciada por todos los sectores sociales.

Su primera obra singular, es el fresco de “Santa María Novella”, representando a la “Santísima Trinidad”. (1423-25).

Unos años más tarde, sobre 1427, pinta los “frescos de la Capilla Brancacci” (El Tributo de la moneda) en la iglesia del Carmen en Florencia. Son la obra más completa que se conserva, con escenas de la vida de San Pedro y el grupo de Adán y Eva. En ellos, la sensación del espacio y atmósfera se halla absolutamente conseguida, junto a la expresión de las pasiones del alma.

LA PINTURA DEL CINQUECENTO  S. XVI

El Cinquecento supone la culminación del proceso renacentista. Es la época del auge del neoplatonismo y frente al sentido múltiple del Quattrocento, se busca las formas severas y monumentales. Por consiguiente, hay una mayor claridad de composición, y tipos humanos de suma corrección anatómica, que poco a poco, van ganando movimiento. Se domina ya perfectamente la perspectiva y se inicia un estudio más profundo de la luz y las sombras, y antes de terminar el siglo, se llega con Tintoretto al dominio de la perspectiva aérea.

Roma será la nueva capital artística. La curia pontificia será el  gran mecenas, que pagará espléndidamente a los artistas que como Rafael o Miguel Ángel, podrán vivir como señores, gozando de total libertad artística. El artista pasa al primer plano de la atención social, y ya se valora solamente su obra, sino su personalidad. La idea del artista como genio poseedor de un don divino intransferible. El arte en el s. XVI es eminentemente idealista, es decir, pretende reflejar, no la realidad de las cosas, sino, el modelo supremo al que éstas se deberían ajustar para que el mundo fuese bello.

LEONARDO DA VINCI  (1452-1519). Trabajó en Florencia con Verrochio y en Milán para Ludovico el Moro. Tras la caída de éste, viajó por diferentes ciudades italianas, para terminar sus días en Francia.

            Anticipó muchos de los descubrimientos posteriores de anatomía, aeronáÚtica, etc. Sus investigaciones científicas abarcan todas las ramas del saber, incluyendo el estudio de la pintura, sobre la que escribíó un libro. Rechaza todo argumento tradicional y se guía sólo por la experiencia, (prototipo del científico moderno). Considera al hombre como un ser integrado en la naturaleza por medio de sus vivencias y sentimientos a los cuales da mucha importancia y trata de expresar. Trata de alcanzar la unidad de los personajes de sus cuadros por medio de los “Movimientos interiores” de estos. Para ello emplea la técnica del claroscuro, la perspectiva y el esfumato, artificio pictórico que consiste en prescindir de los contornos netos y envolverlo todo en una especie de niebla imprecisa que difumina los contornos y perfiles, produciendo la inmersión total en la atmósfera.

            Preocupado por la solución de los problemas técnicos, pintó poco. Sus obras más importantes son:”La Virgen de las Rocas”, “La Última Cena”, “La Gioconda”, “Santa Ana con la Virgen y el Niño”.

RAFAEL SANZIO. Llamado RAFAEL. De Urbino, donde comienza su formación con Perugino, pasa a Florencia donde conecta con Leonardo. En 1503 (cuando M. Ángel comienza la Capilla Sixtina), llega a Roma donde recibe la influencia de aquel. Su ideal será definir la belleza perfecta. Fue un hombre de mundo, mimado por el éxito, con una precocidad extraordinaria para la pintura, parece que su obra no le cuesta ningún esfuerzo. Rafael no es un innovador, sino que lleva a la perfección los descubrimientos de todos los anteriores. En su pintura no hay tensiones, todo es perfecto equilibrado.

           En su época de Urbino tenemos  “La Madonna del Gran Ducca “todavía con mucha influencia peruginesca, pero también muestra toda la carga técnica que Leonardo aportó al Renacimiento.

             En Roma; fue llamado por Julio II para pintar unos murales del Vaticano, pintó  “La Escuela de Atenas”, alegaría de la filosofía. Se la ha considerado la obra maestra de Rafael y el prototipo de la pintura renacentista, pues en ella se han pintado todos los hallazgos pictóricos que los italianos habían ido atesorando durante siglos, la perspectiva, la composición, el gran número de personajes, la fuerza expresiva de los gestos y la psicologías de los mismos, el colorido fuerte y armónico, es una obra maestra de armónía y perfección. Allí están, Leonardo, Bramante, Donatello, Miguel Ángel, Perugino, etc… , pero todos fundidos por la sensibilidad precoz de  Rafael.

            Otra obra es “Incendio del Borgo”, donde hace una demostración de su dominio de la anatomía y de la expresividad de las emociones. Se ve la influencia de Miguel Ángel.

            Otras composiciones donde predomina el tema de la Virgen como esta de “San Sixto o Madona Sixtina”, de simplicidad y serena belleza no superada en el Renacimiento.

         Entre sus retratos destaca el del “Cardenal”, del Prado, son retratos que buscan una visión idealizada del retratado. Murió muy joven, aún no contaba con 40 años.

            Otras obras: “Disputa del Santísimo Sacramento”, “Desposorios de la Virgen”.

Miguel  ÁNGEL

La obra pictórica de Miguel Ángel es de gran importancia, es arquitecto, escultor, pintor…. Por ello su pintura tiene una gran rotundidad y volumen escultórico, no le interesa tanto el color. Su tema favorito es la figura humana, concebido con su canon superior al natural, creando un gigantismo sobrehumano lleno de fuerza y dramatismo, acompañada de movimientos violentos; “LA  TERREBILITÁ” Miguelangelesca.

                Julio II  le encargó pintar la “Bóveda de la Capilla  Sixtina”. En su afán por continuar con el sepulcro del  Papa, la pintó en un tiempo récord, 4 años. Es un conjunto de 350 figuras de gran tamaño dentro de un marco arquitectónico, donde se asientan en las más variadas actitudes jóvenes desnudos. En el sector central, subdivididos por cinco pares de vigas, hay 10 escenas del Génesis. Desde la creación  “La Creación de  Adán“, figuras cargadas de gran dinamismo, como sus esculturas, los colores son fríos pero extraordinariamente expresivos. Estas pinturas, están concebidas como esculturas, los perfiles son agudos, hirientes, intenta y consigue el volumen pétreo y escultórico. La técnica del pincel es suelta y valiente, con rigurosas pinceladas al estilo de Masaccio , hasta la “Embriaguez de Noé”.

                  Posteriormente, completa esta obra con su enorme “Juicio  Final”, en el muro del fondo de la capilla. La perfección clásica que mostraba en la bóveda cede el paso a un desbordamiento dramático y a una violencia pesimista que puede considerarse ya manierista, en su desdén por la claridad y su complacencia  en lo caprichoso, así su influencia fue decisiva en el manierismo de la segunda mitad del Siglo XVI.

                  En el Martirio de San Bartolomé, Miguel Ángel incorpora su autorretrato. Es una sátira magnifica cargada de pesimismo y tristeza. Dios de la justicia castiga con fuerza a sus detractores ( totalmente desnudo, escandalizó a la corte Papal y Volterra cubríó parte de su cuerpo).


ESCULTURA  RENACENTISTA

La escuela italiana del Renacimiento, nace apoyada en los modelos clásicos, como la arquitectura, pero no rompe la continuidad con ciertas formas de lo medieval. Así, los primeros artistas de Quattrocento, se puede advertir la esbeltez de proporciones y la elegancia lineal y curvilínea del gótico internacional, junto a un gusto por el pormenor realista y anecdótico de la misma procedencia. También se advierte un gusto por el desnudo, enteramente clásico, la utilización de materiales nobles de la antigüedad (mármol, bronce)  y un interés por lo monumental y severo, cuyo avance sigue hasta triunfar en el Cinquecento.

Además del genero religioso, siempre cultivado con preferencia, vemos surgir elementos profanos y alegóricos en la escultura funeraria y resucita el retrato ecuestre al modo antiguo, también se cultiva mucho el busto. La técnica de la fundición en bronce alcanza una extraordinaria perfección y la obra en mármol, consigue efectos sutilísimos de gran refinamiento especialmente en el relieve. En Florencia se generaliza además como material el barro cocido a veces se deja en color terracota o se pinta con vidriados.

ESCULTURA  EN  EL  QUATTROCENTO.  AUTORES

Donatello (1386-1466). El más grande escultor italiano del S. XV. Fue un gran innovador que concentró su interés en la representación del hombre al que representa desde la infancia a la vejez. En sus esculturas supo interpretar con idéntica perfección la forma y el espíritu de la figura humana, que conoce gracias a estudios anatómicos, de manera que la perfección de la anatomía y un acentuado Naturalismo aparecen ya desde sus primeras obras. Este Naturalismo no cesará de agudizarse, como se ve en las esculturas de los Profetas “San Marcos”, esta escultura, resulta totalmente independiente de su contexto arquitectónico, no está en ningún momento subordinada a ella. La figura puede entenderse por sí misma, y de hecho, se entiende mejor olvidando el lugar donde se encuentra. La escultura con Donatello comienza a tener valor por sí misma. También en Florencia, realizó las estatuas de “San Jorge”, representante de la plenitud viril, y la sedente de “San Juan”, que inspiraría el “Moisés” a Miguel Ángel.

            Como decía, este Naturalismo de Donatello, se va agudizando, viéndose claramente en el ejemplo de “IL Zuccone” El calabacín), de los Profetas de la Catedral de Florencia. Representa, de forma muy realista, a un individuo calvo y con el cráneo alargado.

            Su estancia en Roma, aunque corta, influyó indudablemente en el artista. De esa estancia destaca la “Cantoría de la Catedral de Florencia”, en la que representa la alegría de los niños correteando, tomados del modelo de los amorcillos clásicos, que a partir de Donatello se incorpora al arte cristiano.

            El “David”, primer desnudo en bronce desde la Época Clásica y primera escultura libre de cualquier enmarque arquitectónico, muestra clave de la influencia del arte clásico romano.

            En 1433 viajó a Pádúa, donde realizó la primera estatua ecuestre de la época; la del “Condotiero Gattamelata”, inspirada en la de Marco Aurelio.

            En lo referente a bajorrelieves, son interesantes los que realiza en el altar de la Iglesia de San Antonio de Pádúa.

ESCULTURA DE CINQUECENTO. AUTORES

Miguel ÁNGEL. Es, sin duda, el genio máximo de la escultura. Arte que consideraba suyo, aunque cultivara también la arquitectura y la pintura. El mundo soñado por Miguel Ángel, es un mundo lleno de gigantes en actitudes grandiosas, facciones perfectas y gestos terribles. La “terribilitá” de los gestos que tanto alaban sus contemporáneos, sus desnudos están dotados de una fuerza y tensión sin igual en la historia. Los músculos viven y pugnan por acusarse bajo la piel y todo el cuerpo, rebosante de dinamismo contenido, se revuelve sobre sí mismo, adoptando posiciones ricas en movimiento.

            Nacíó en las cercanías de Florencia en 1475. Vivíó convencido de su genialidad y atormentado, al mismo tiempo, por esta idea. Concibió el arte como el mayor designio que Dios puede conceder al hombre. La escultura consumíó su vida, como declara “…No hay nada que no pueda expresarse con un bloque de mármol…”.

 Masaccio, Donatello y Jacopo Della Quercia marcaron fuertemente su estilo. Fuera del campo artístico, Miguel Ángel fue un espíritu inquieto, preocupado por las reformas y acontecimientos intelectuales que tenían lugar en Florencia. Tanto su obra como su vida respiran ideas del Neoplatonismo. Sus figuras no son reales, sino ideales, modelos óptimos.

En Roma, entre 1494 y 1531, hizo su primera “Pietá”, única escultura firmada por M. A. En la que la juventud de la Virgen va asociada a la idea de la virginidad, y en el delgado cuerpo de Cristo, no se marca su musculatura.

De 1501 a 1505 fue su primera gran etapa florentina, en la que ejecutó obras como el “David” para la plaza de la Señoría de Florencia, por su desnudo heroico, su tensión y su mirada agresiva, destaca de los débiles adolescentes victoriosos, de serena y reposada gracia, de los escultores del Quattrocento. Ya está en esta escultura varonil casi todo lo que ha de ser la evolución posterior de su escultura, cada vez más concentrada en la tensión interna.

            Dada la fama que por entonces había adquirido, volvíó a Roma, llamado por el papa Julio II, que le encargó realizar su sepulcro, obra que constituiría la obsesión y la tragedia del artista, los proyectos del monumento van cediendo a la primitiva idea ambiciosa (más de cuarenta figuras de tamaño colosal). Entre las numerosas obras proyectadas, sólo se pudo realizar el monumental “Moisés”, dos figuras de cautivos y las figuras de “Raquel” y “Lía”, alegoría de la vida contemplativa y la activa. En el mismo mausoleo, debían ir figuras marginales de las que sólo concluye “Dos Esclavos”, hoy en el Louvre, y deja sin desbastar otros dos que se encuentran en la Academia de Florencia. Estas figuras resultan hondamente patéticas.

            Mientras concibe este gran monumento se descubríó en Roma el “Laocoonte” y el “Torso
Belvedere”, que supusieron para él y todos los escultores de este momento, una verdadera revelación.

            A partir de este momento, la expresión se hará más intensa y las actitudes más violentas, y un halo de dramatismo y pesimismo velará los rostros de sus esculturas.

            En 1520 y 1534  labra los “Sepulcros de la Familia Médici” (el de Lorenzo -diapo) en San Lorenzo de Florencia. Sobre sus sarcófagos, adosados a la pared, se sitúan en equilibrio inestable las figuras alegóricas de “El Día y La Noche” y “La Aurora y El Crepúsculo”, colocadas simétricamente a los pies de los duques representados.

            En este momento, es apreciable, según Panofski, el Neoplatonismo de M. A.: las figuras de “La Aurora y El Crepúsculo” y “El Día y La Noche”, representan “il Tempo che consume al tutto”, y como dice el mismo M. A.”…El Día y la Noche hablan y dicen: en nuestro rápido curso hemos llevado al Duque Giuliano a la muerte”.

            Por otra parte, en las estatuas de los duques, representan la tradicional división Neoplatónica entre la vida activa y la vida contemplativa: “Giulano” está caracterizado como el “Vir Activus”, la composición de la estatua es abierta y lleva en su mano derecha un cetro principesco y en la izquierda dos monedas, símbolos del poder y la actividad. En cambio, “Lorenzo” está envuelto en sí mismo, en actitud introvertida, y su índice izquierdo cubre su boca con el gesto de silencio, mientras su codo descansa sobre un cofrecito cerrado. Es el símbolo del “Vir Contemplativus”.

            Finalmente, se trasladó a Roma (1534-1564). Los desastres de su patria y la tensión ambiental influyeron en el espíritu sensible de M. A.., que se desprendíó del colosalismo que había caracterizado su obra anterior, para centrarse en temas espirituales y en valores simbólicos, como la maternidad y el dolor.

            Al lado de seres heroicos y fuertes propios de su etapa de juventud, esculpíó obsesivamente el tema cristiano de la Piedad. Se recreó en la representación del dolor de Cristo y la soledad y tristeza de la Virgen. Realizó otras tres Piedades: la de la Catedral de Florencia, la Palestina y la “Rodanini”, cargadas de patetismo y dramatismo, esta última la deja inacabada, pues muere ese mismo año. En estas esculturas, la expresividad deforma netamente las proporciones hercúleas. El misticismo y los problemas religiosos cobran nuevo valor en su vejez.            “Virgen de la Escalera”.

EL Renacimiento ESPAÑOL

En España, el estado, tiene el poder en sus manos, la nobleza conserva todo su poder económico, hay una continuidad “Edad Media-Renacimiento” por la pervivencia de las formas de poder, propiedad y mentalidad medievales en los siglos XV y XVI. La clase media está muy poco desarrollada, excepto en Cataluña y Valencia, donde se encuentra en decadencia, mientras que las masas de campesinos y el proletariado es muy considerable.

La cultura renacentista responderá a las necesidades de una sociedad que apenas ha cambiado desde la época gótica: una nobleza retirada a sus dominios, una monarquía empeñada en extender sus dominios, una clase media en decadencia o inexistente y una todopoderosa Iglesia. La cultura tendrá, pues, un carácter predominantemente religioso. Todo esto, unido a la cantidad de obras extranjeras que entran en la península, hace que la cultura se haga ecléctica y que el resultado de forma un poco especial, pueda llamarse renacentista.

EL MANIERISMO

CarácterÍSTICAS

El manierismo, fue la primera tendencia internacional de carácter estilístico que supuso un lenguaje común para todo el mundo occidental, en todos los países fue muy semejante. Habitualmente, se aplicaba el término “manierista” a los periodos de decadencia de todos los estilos (cuando se copia “amanerándose” las formas ya hechas), sólo muy recientemente se ha adjudicado un periodo concreto para tal definición.

Ya en obras de Rafael y Miguel Ángel, hay notas que rompen con la serenidad y el equilibrio clásico. Ahora, se abandona conscientemente lo clásico, así las formas de expresión manieristas serán siempre rebuscadas, distanciadas. El individuo se da cuenta que la antigua forma clásica ya no le expresa el mundo tal y como lo ve, aparece el matiz subjetivo: “a la clara definición de la línea le sustituye la impresión, el sueño, el ambiente, la forma tiende a desaparecer y  se agitan o estiran, a veces, se descomponen en planos pre-cubistas, es un claro inicio del tenebrismo”

Si antes las reglas tendían a crear imágenes verosímiles, ahora se trata de sembrar la confusión y acabar con ellos, así los temas secundarios pasan a primer plano como si fueran lo más importante del cuadro  y en el mismo espacio del cuadro se desarrollan diferentes acciones. En definitiva, se antepone lo deforme a lo armonioso, el exceso a la mesura y la inquietud a la serenidad.

ARQUITECTURA

CarácterÍSTICAS 

En esta época surgen tendencias que acentúan, frente a la objetividad absoluta del ideal renacentista, la libertad individual del artista, así se escapa del canon objetivo y se torna todo subjetivo.

            El objetivo de los manieristas, no es el equilibrio armónico, sino la agudeza ingeniosa y el efecto sorpresa, el afán de originalidad, no temen colocar unas formas constructivas innovadoras junto a otras más tradicionales, aunque sean contradictorias, es decir, cambian bruscamente de altura o deforman intencionadamente los órdenes clásicos.

            Se da con frecuencia el “enmascaramiento” destruyendo la correspondencia renacentista entre interior y exterior que pueden ser ahora muy distintos. Se sigue el principio de “Disonancia” que lleva a un predominio del peso sobre el apoyo o soporte, destruyendo la función estática por la fragilidad de los miembros soportantes.

La decoración prolifera en forma de “Grutescos”, en conjuntos abigarrados de ornamento, figuras de animales y vegetales, máscaras…Etc; que cubren los espacios vacíos como si fueran una materia cartilaginosa.

            Es muy importante la concepción del espacio, ya que si el renacentista lo contempla con serenidad y lo mide para respetar más leyes científicas, el manierismo lo siente en fuga veloz ( se le escapa como en general la vida ). La obra no se concibe con algo cerrado y tranquilo, sino, abierto e inquietante, por lo que el espacio estático del Renacimiento desaparece. El espacio vuelve a la nave longitudinal gótica con la típica aceleración hacia el altar, aunque muchas veces se le contraponga a esa orientación otra vertical hacia la cúpula.

Este contraste entre las diferentes partes es típico manierista, en una búsqueda consciente de discordancias y a ello se debe el uso, que será común, de la planta oval de dos centros geométricos.

EN  Italia

Miguel  ÁNGEL :  con la escalera de la Biblioteca Laurenciana en Florencia, donde, por ejemplo la gran escalera conduce a una angosta puerta, o donde se construyen columnas que no tienen función sustentadora. También en la cúpula de San Pedro que no es perfectamente simétrica, sino que está peraltada a imitación de la catedral de Florencia, lo cual le da un gran sentido dinámico y manierista.

PINTURA MANIERISTA. AUTORES.

 En esta época, se abandonan las seguras certezas clásicas, se descubre que la realidad no es una cosa fija e inmutable, sino que depende del punto de vista de donde se mire, la subjetividad penetra en el arte y con ella, una nueva concepción del artista; el artista se individualiza, se acoge al patronazgo de la burguésía rica o en la corte. El artista se pretenderá genio y exaltará la superioridad de la idea sobre la técnica, y ésta exaltación del intelectualismo y del idealismo se revelaran como la superestructura de un efectivo cambio en la estructura social.

El artista pasa de ser artesano a ser intelectual

Estéticamente, esto se reflejará de varias maneras:

 – Se abandonan los cánones objetivos renacentistas.

– Cada artista trata de hacer algo original desde su particular punto de vista, sin rehuir de los excesos ni las de las deformaciones de la realidad. Estas deformaciones pueden conseguirse de diferentes maneras, por la luz y el color, como en la escuela de Venecia, o por la subjetividad de la forma, por el difuminado (Leonardo) por el alargamiento (El Greco), por la cuadratura (antecedente del Cubismo).

Esta pintura intelectualizada, es de escaso arraigo popular, aparentemente sin gran futuro, coincide con la época de la Contrarreforma, cuando la iglesia busca nuevas formas de expresión artística, siendo esta pintura el germen del futuro estilo Barroco, muchos de cuyos rasgos prefigura, alcanzando con ello una resonancia a la que no parecía destinado.

Este estilo, aunque siguiendo las conquistas estilísticas renacentistas, preferirá la distorsión, el desequilibrio, la inestabilidad, el exceso, la falta de esquema claro (por ejemplo, en los cuadros se desarrollan a la vez muchas escenas y la principal, a veces, se desplaza a un plano lateral como si no fuera importante).


EL GRECO, Domenico Teotocópulos, nacíó en Creta en 1541 y murió en Toledo en 1614. En su  obra se distingue una época bizantina, una italiana y un periodo español que se subdivide en etapas.

Vino a España esperando que Felipe II lo contratara para trabajar en el Escorial. No tuvo el éxito que él esperaba, ya que no le gustó al rey, que lo consideraba extravagante.         Tras él, excepto su hijo, no tuvo seguidores ni discípulos, y fue olvidado por los siglos posteriores. Sólo recientemente, tras las nuevas estéticas que aportaron el expresionismo y el fauvismo se ha visto revalorizado. En su primera época, la bizantina, sufríó el influjo de los iconos, influencia que no abandonará nunca, sobre todo en lo que se refiere a la construcción del espacio y la expresividad. De aquella época es la “Adoración de los Magos” y el “Políptico de Módena”.

En Italia, primero en Venecia y luego en Roma, será donde sufrirá las más importantes influencias de Tintoretto, Tiziano y Miguel Ángel.

De esta época son: “La Anunciación” en el Prado. “El Expolio”, también en el Prado. Realizado para la Catedral de Toledo. Es un estudio psicológico evidente en la galería de cabezas.

En 1575 llega a España, movido posiblemente, por el deseo de adquirir una fama que en Italia, al considerarlo discípulo de otros pintores, le era difícil conseguir. Y además, para trabajar en el Escorial.

En 1576, se afinca en Toledo e intenta introducirse entre los pintores de Felipe II, en 1580, recibe un encargo del rey y pinta “El Martirio de San Mauricio y la Legión Tebana”, detalle. Esta obra, no gustó nada al rey, y ordenó pagarlo pero no colocarlo en el sitio previsto en el Escorial. En realidad, para una persona acostumbrada al arte clasicista, era un cuadro extraño, puesto que la escena está narrada en varios niveles. En un primer plano con San Mauricio y los jefes militares, un segundo plano con la decapitación de los soldados a la que asiste el santo, un tercer nivel de los mártires esperando la muerte y un cuarto de ángeles en el cielo. Todo ello en un espacio irregular, con un vallecito entre dos colinas y con una luz y color completamente irreales, a lo que se añade el alargamiento que el Greco impone a todas las figuras. Como veis, era todo lo contrario de la pintura narrativa, y el género noticias que solía resolverse, en el caso de los martirios con algún detalle realista macabro. En esta pintura el artista no narra, no trata de ser tétrico, sino de contar la historia de una transfiguración del mundo.

Tras esta obra, pinta “El Entierro de el Conde Orgaz”, este cuadro, era un encargo con instrucciones precisas y presenta dos mundos, el terrenal en el que figuran retratos de contemporáneos amigos del artista, en el que la composición es clasicista y la escena se abre por el centro como en la pintura renacentista. En la parte superior al mundo, se representa a la Gloria, donde un ángel, introduce el alma, en forma de niño, del conde. Todo cambia, las figuras se amontonan y la construcción se hace piramidal con diversos planos; aparecen nubes algodonosas que, desde entonces serán típicas del artista. Se perfila el estilo que aparece en otras obras como “El Bautismo de Cristo” o la “Adoración de los Pastores”. “La Adoración en el Huerto”. “El Laocoonte”…

Su estilo se preocupa por la representación de la vida mística que señalaba al principio. Los cuerpos se transforman en llamas ingrávidas, alargándose y convirtiéndose en objetos de pura luz y color, además incorpora un punto de vista bajo, que hace parecer como si el espectador estuviera de rodillas frente a ellos. Este proceso de espiritualización alcanza en la “Adoración en el Huerto” su culmen cuando la  iluminación, el vacío del espacio y el color, los convierten en totalmente irreales. El mundo convencional queda  ya a una gran distancia y el manierismo llega a su culminación. Por eso el Greco no tiene continuadores, ni es puente entre nada (como Morales con el Barroco), él queda sólo, aislado y su obra será olvidada hasta que se le recupera en el s. XX.

Otras obras: “La Asunción”. “Cristo de la Luz”  “Retratos” (dos).”Nuestro Señor Jesucristo”. “La Sagrada Familia”. ”Estudio del pintor”.

Santos: “S. Juan Bautista” , “San Ildefonso”, “Lucas Evangelista”, “Santiago el Mayor”, “San Pablo”.

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