25 Ene

Tema 6

Tema 6

Diferencias entre Perfeccionismo y Paternalismo Estatal


Según el enfoque del Perfeccionismo, el Estado no puede permanecer neutral respecto de concepciones de lo bueno en la vida, y debe adoptar las medidas que sean necesarias para que los individuos ajusten su vida a los verdaderos ideales de virtud y del bien. Es autofrustrante, y no puede ser defendido consistentemente en el marco del discurso moral.

Cuando hablamos de Paternalismo Estatal, se trata de imponer a los individuos conductas o cursos de acción que son aptos para que satisfagan sus preferencias subjetivas y los planes de vida que han adoptado libremente. Si el Paternalismo fuera inseparable del Perfeccionismo, la aceptabilidad de muchas de esas medidas socavaría la plausibilidad de una concepción de filosofía política libre de presupuestos perfeccionistas.

¿En qué consiste el Fenómeno de la Debilidad de la voluntad? ¿Qué papel puede jugar en el ámbito del Argumento Paternalista?

Como ya sabemos, el Argumento Paternalista pretende preservar la salud física y mental de los individuos, desalentando decisiones de ellos mismos que la ponen en peligro. Según esta posición, las personas pueden jurídicamente adoptar cualquier plan de vida o profesar cualquier modelo de virtud personal siempre y cuando no les conduzca a autodañarse o dañar a terceros. Tres pueden ser las alternativas por las cuales una persona decide consumir drogas:

  • Que el individuo que se autolesiona no valore su salud física o mental por encima de los intereses que pretende satisfacer a través de esa acción. En este caso, llevarlo a la abstención implicaría adoptar la actitud perfeccionista de imponerle cierto valor personal.
  • Que el individuo valore su salud física y mental, pero no posea un conocimiento adecuado de los efectos nocivos de su conducta en relación con esos bienes. En este caso, sería absurdo recurrir a la compulsión.
  • Que el individuo valore los bienes que serían afectados si incurriera en la conducta en cuestión y conozca los efectos dañosos de tal conducta, pero esté física o psicológicamente incapacitado para abstenerse de ella. En otras palabras, se trata de “debilidad de la voluntad.” La combustión no es efectiva y hay que recurrir a procedimientos curativos.

La “debilidad de la voluntad” juega un papel relevante, y los filósofos lo rechazan a priori, ya que han adoptado un concepto de aceptación de un principio moral o prudencial tan fuerte que sólo permite afirmar que alguien acepta un tal principio cuando actúa de conformidad con él. En estos casos, es bastante claro que la amenaza de una pena puede servir para fortalecer la voluntad del sujeto imprudente.

La existencia de estos casos justifica, sin duda, una injerencia paternalista cuando es razonable suponer que la conducta autolesiva tiene a ese factor como origen de la mayoría de las situaciones; y esto ocurre, sobre todo, cuando la conducta prudente representa un costo ínfimo para gran parte de los individuos.

Tema 7

¿A qué se refiere la expresión “choque de absolutos” referida a la discusión ética sobre el aborto?


La discusión ética general sobre el aborto gira alrededor de la personalidad del no nacido. En este punto se produce lo que Laurence H. Tribe caracteriza como un choque de absolutos:
Por un lado, la creencia en el derecho absoluto a la vida del no nacido y, en consecuencia, la visión del aborto como el asesinato de un ser humano inocente; y, por otro lado, la creencia en el derecho ilimitado de la mujer al propio cuerpo y, en consecuencia, la consideración del aborto como éticamente aproblemático.

Según el autor, ambas posiciones son inaceptables, pero ambas contienen algo relevante éticamente.

En el primer extremo mencionado, sostener el derecho a la vida del no nacido como absoluto desde el momento de la concepción resulta irrazonable por tres razones:

  • El embrión no es una “persona” propiamente dicha, salvo de manera meramente potencial. No existiendo ni pudiendo existir un criterio científico que determine la personalidad moral de los seres humanos, la presunción de que el no nacido es una persona con un derecho a la vida igual que un recién nacido resulta carente de base y contraria a intuiciones morales bien asentadas.
  • Resulta inaceptable también por la inverosimilitud de sus implicaciones. Si el no nacido tuviera un derecho a la vida similar al de las personas, ese título comportaría la ilicitud radical y sin excepción de todo aborto, incluido el de riesgo vital para la madre.
  • Juega un papel relevante la reflexión comparativa sobre las actitudes sociales ante, por un lado, la muerte natura de un niño o de un adulto y, por otro, un aborto espontáneo. La actitud no sólo es distinta entre las personas más cercanas al suceso; también hay una actitud diferente respecto de terceros.

El extremo opuesto, la tesis absolutista del derecho ilimitado al propio cuerpo de la mujer, entendido como el derecho a una autonomía total e ilimitable, conduce a tres consecuencias:

  • Los abortos en el tercer trimestre serían moralmente equivalentes a los más tempranos.
  • Si la mujer embarazada tuviera un derecho ilimitado al propio cuerpo, no habría nada que reprochar moralmente por las conductas imprudentes que durante el embarazo ponen en peligro la salud del niño futuro.
  • Los abortos con el fin de utilizar o vender los tejidos fetales o los realizados por motivos triviales, resultarían tan justificables moralmente como el llevado a cabo por una adolescente, por una mujer violada o por una mujer sola ya con varios hijos a su cargo.

Mirar las preguntas potencialidad y gradualidad en el tema del aborto


Tema 8

Distingue entre los conceptos de “eutanasia voluntaria”, “involuntaria” y “no voluntaria.”

Eutanasia” significa “muerte suave sin sufrimiento”, pero en la actualidad se refiere a acabar con la vida de los que padecen enfermedades incurables, con gran dolor y angustia. En esta definición normal existen tres tipos diferentes, cada uno de los cuales plantea cuestiones éticas distintas:

  • Eutanasia Voluntaria


  • Eutanasia Involuntaria


  • Eutanasia No Voluntaria


EUTANASIA VOLUNTARIA:

Se trata de la eutanasia que se lleva a cabo a petición de la persona que va a morir; algunas veces, apenas puede distinguirse del suicidio asistido. La eutanasia puede ser voluntaria aunque una persona no sea capaz de indicar el deseo de morir hasta el mismo momento en que se les provocó la muerte: una persona puede hacer, mientras disfrute de buena salud, un a petición escrita de eutanasia si, debido a un accidente o enfermedad, llegara a no tener la capacidad para tomar o expresar su decisión de morir en el caso de estar sufriendo dolor, o de encontrarse sin el uso de sus facultades mentales, y sin una esperanza de recuperación razonable. Al matar a una persona que ha hecho esa petición se puede verdaderamente afirmar que se actúa de acuerdo con su voluntad.

Actualmente, existe un país en el que los médicos pueden ayudar abiertamente a sus pacientes a morir de una manera tranquila y digna: en Holanda, los médicos que cumplen ciertos requisitos tienen, actualmente, la posibilidad de practicar la eutanasia abiertamente y pueden recogerla en el certificado de defunción sin temor a ser acusados.

EUTANASIA INVOLUNTARIA:

La eutanasia es involuntaria cuando la persona que muere tiene capacidad para consentir a su propia muerte, pero no lo hace, bien porque no ha sido preguntado, bien debido a que, cuando se le pregunta, la persona decide seguir viviendo. Agrupa dos casos:

  • Matar a alguien que no ha dado su consentimiento para que lo maten.
  • Matar a alguien que no ha dado su consentimiento para que lo maten, pero que, en caso de haber sido preguntado, habría estado de acuerdo.

En la práctica, es difícil imaginarse casos en los que una persona es capaz de dar su consentimiento y lo habría dado si se le hubiese preguntado.

Matar a alguien que no hadado su consentimiento para morir, solamente se podrá considerar eutanasia cuando el motivo para matar es el deseo de que acabe un sufrimiento insoportable para la persona que va a morir.

EUTANASIA NO VOLUNTARIA:  

Si un ser humano no es capaz de entender la elección entre la vida y la muerte, la eutanasia  no sería ni voluntaria ni involuntaria, sino “no voluntaria.” Ha habido casos de eutanasia no voluntaria que han alcanzado los Tribunales y las páginas de la prensa popular, ya que plantean cuestiones muy diferentes a las planteadas por la eutanasia voluntaria: no existe un deseo de morir por parte de la persona; incluso, se puede cuestionar si, en estos casos, la muerte se lleva a cabo por el bien de la persona o por el bien del resto de su familia.

No se trata de eutanasia en sentido estricto. No obstante, puede tratarse de una forma justificable de acabar con la vida humana. 

Leer la teoría de la pendiente resbaladiza


Tema 10

¿En qué consiste la postura prohibicionista respecto a la prostitución?


En primer lugar, diremos que tres son los grandes modelos normativos que han disciplinado y disciplinan la prostitución:
prohibicionismo, reglamentarismo y abolicionismo. En el caso del prohibicionismo, los comportamientos de las dos partes (cliente y prostituta) son penalmente castigados (como ocurre en todos los Estados de los Estados Unidos salvo Nevada) o bien sólo el del cliente, como sucede en Suecia desde 1999, o bien sólo el de la prostituta como es el caso de Egipto.

¿Cómo se caracteriza el “abolicionismo” en materia de la prostitución? ¿Qué argumentos se dan en su defensa?


En ese sentido, el Estado no debe dar pábulo, mediante la regulación, a una actividad básicamente degradante e indigna; antes bien, debe dirigir sus esfuerzos en pos de su desaparición. Mientras tanto, a la prostituta no se le puede añadir la carga de la sanción penal o administrativa por su dedicación con lo que su oficio es a fin de cuentas “tolerado.” Los abolicionistas señalan que del hecho de que la prostitución exista no se sigue que tenga que seguir existiendo: las razones de índole pragmática aconsejan que el Estado “ordene” cuando la misma es tolerable.

Por tanto, decir que ni los propios miembros de la Comisión Mixta del Congreso y del Senado se creen que toda prostitución sea una forma de esclavitud, de explotación intolerable y denigrante, atentatoria contra los derechos más básicos, etc. A modo de argumentos, se señalan los siguientes:

  • Frente al fenómeno del negocio publicitario sexual, la Comisión Mixta recomienda al gobierno: “solicitar a los medios de comunicación que en el marco de sus códigos deontológicos se planteen la renuncia a la publicidad relacionada con el comercio sexual para impedir el negocio de las organizaciones mafiosas dedicadas al comercio sexual.”
  • El espacio de la prostitución de la prostitución voluntaria no parece ser un espacio vacío. Bajo fórmulas tales como “no estamos ante el auténtico problema que hay que resolver” se elude esa misma cruda realidad: la existencia de mujeres perfectamente informadas y capaces que quieren seguir ejerciendo su oficio bajo menores condiciones.

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