22 Jun

3- La poesía narrativa:
mester de juglaría (narrativa popular-tradicional) y mester de clerecía (narrativa culta) En la creación y transmisión de la poesía narrativa medieval, dos personajes cobran especial protagonismo: el clérigo y el juglar. Ambos se dirigen, en lengua romance, a un mismo destinatario (una población mayoritariamente analfabeta, pero con fines distintos. El primero, hombre docto, conocedor de los saberes latino-eclesiásticos, pretende acercar al pueblo los temas cultos y religiosos con un propósito didáctico-moralizador. Su oficio, sujeto a los rigores de la métrica y a una esmerada expresión, recibe el nombre de Mester de Clerecía. En cambio, el juglar es un individuo de vida errante, que recorre castillos y aldeas y, a cambio de dinero y comida, informa de los acontecimientos de actualidad a un público deseoso de noticias (función informativa), y lo divierte mostrando un amplio repertorio de habilidades, como juegos de circo, acrobacias, canciones acompañadas de instrumentos musicales o relatos de diversa índole (función lúdica); no obstante, también cumple, en cierto grado, función didáctica, en la medida en que los textos que transmiten, consolidan el sistema político-social del Feudalismo, al alabar la figura del rey y presentar a los vasallos como servidores incondicionales del mismo. Vamos a centrarnos, en primer lugar, solo en el Mester de juglaría, para explicar la tercera modalidad poética de la Edad Media: Poesía narrativa popular-tradicional:
épica, Cantares de Gesta Los cantares de gesta son las primeras manifestaciones de la épica medieval (posteriormente, en la Baja Edad Media, se fragmentan, dando lugar a los romances). Parece que tienen su origen en unos cantos que los bárbaros solían entonar antes de las batallas para infundirse ánimos y en los que evocaban las hazañas de sus antepasados. Los visigodos, al asentarse en la península, trajeron consigo y conservaron esa costumbre. ¿Cómo se explica su nombre, cantar de gesta?. La palabra ‘cantar’ se refiere a relatos de hechos y acontecimientos destinados, no a la lectura, sino a la recitación y al canto, y difundidos por juglares. Por eso entran dentro de la que hemos llamado Poesía Popular-tradicional. Estos poemas tienen, pues, un carácter informativo y noticiero, del que se deriva una de sus notas carácterísticas: el Realismo de algunos pasajes y la veracidad de los hechos históricos narrados. El término ‘gesta’ alude a las hazañas protagonizadas por individuos convertidos en héroes, en quienes se identifica toda la colectividad, pues ellos no luchan por su interés sino por el de su pueblo; el pueblo proyecta en ellos sus inquietudes, aspiraciones y deseos de autoafirmación frente a otras comunidades vecinas (el Cid, por ejemplo, luchó en la Reconquista contra los moros, logrando así la autonomía de su reino, Castilla). De todo esto deriva el carácter nacional de estos relatos en verso.
Es decir, la épica, en su orígenes, está muy relacionada con el despertar de la conciencia nacional de los diferentes reinos peninsulares.

Métrica de los cantares de gesta

Los grandes poemas épicos no se estructuran en estrofas: sus versos, cuya medida oscila entre las 10 y las 20 sílabas (divididas en dos hemistiquios de 6 a 8 sílabas cada uno), se agrupan en largas tiradas monorrimas de extensión variable y rima irregular (normalmente asonante). En sus orígenes, pues, los versos de la épica presentan un marcado anisosilabismo. Con el paso del tiempo, esta gran irregularidad inicial se fue reduciendo y los versos tendieron a unificarse en las 16 sílabas (hexadecasílabos), es decir, se tendíó al isosilabismo. Esto explica que, según avanza la Edad Media, la tirada épica haya podido llegar a transformarse en la estrofa que hoy conocemos como romance; basta con que el segundo hemistiquio del primer verso de la tirada se coloque debajo del primero, y así sucesivamente.

Estilo de los cantares de gesta: lo estudiaremos con más detenimiento cuando hablemos de los rasgos carácterísticos del estilo del Poema de mio Cid, pero podemos adelantar que destacan dos grupos de rasgos fundamentales: el estilo épico, que otorga una gran personalidad a estos textos, y el estilo oral formulario, que nos permite ver que se trataba de textos cuyo recitado se producía ante el público, y que conténían diferentes fórmulas para facilitar la memorización del juglar.

Evolución de los cantares de gesta


Se han señalado cuatro etapas en el desarrollo de este género narrativo: a) Época primitiva o de formación. Abarca desde los orígenes del género hasta 1140. Los cantares, que eran breves, se han perdido, debido, en buena medida, a su carácter de literatura oral. B) Época de florecimiento o plenitud. Comprende desde 1140, fecha de composición del Poema de mio Cid, hasta 1236. Los cantares son más extensos, técnicamente más perfectos, y en ellos se aprecia la influencia de la épica francesa. C) Época de las prosificaciones. Comprende desde 1236 hasta 1350. Debido a su carácter noticieron, las gestas se convierten en indispensables fuentes de información para los historiadores medievales que, por ese motivo las prosifican, incluyéndolas en sus crónicas. D) Época de decadencia. Abarca desde 1350 hasta 1480. Un doble proceso afecta a los grandes poemas épicos: unas veces se novelan, continuando la vía de la prosificación; otras se fragmentan y dan lugar a los romances.

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