29 Ene

DE 3ª PERSONA 
NARRADOR OMNISCIENTTE ( que todo lo sabe). El narrador omnisciente es aquel cuyo conocimiento de los hechos es total y absoluto. Sabe lo que piensan y sienten los personajes: sus sentimientos, sensaciones, intenciones, planes…


NARRADOR OBSERVADOR. Sólo cuenta lo que puede observar. El narrador muestra lo que ve, de modo parecido a como lo hace una cámara de cine.

DE 1 ª PERSONA
NARRADOR PROTAGONISTA. El narrador es también el protagonista de la historia (autobiografía real o ficticia).
NARRADOR PERSONAJE SECUNDARIO. El narrador es un testigo que ha asistido al desarrollo de los hechos.

DE 2 ª PERSONA
El narrador HABLA EN 2ª PERSONA. Crea el efecto de estar contándose la historia a sí mismo o a un yo desdoblado.

 –ersonaje portavoz: la narración de la acción recae sobre estos personajes. Esto puede quedar en manos de personajes secundarios, del protagonista o a un narrador omnisciente e impersonal que no forma parte de las acciones.

Según su transformación


Personaje estático: estos personajes no presentan ninguna evolución a lo largo de la narración. Presentan las mismas carácterísticas en el principio y final de la historia.

Personaje dinámico: estos personajes en cambio sí presentan una transformación a lo largo de la narración. Esta, puede ser tanto negativa como positiva y generalmente la sufren los personajes principales.

Según la imagen que transmiten


Personaje arquetipo: estos personajes personifican alguna virtud o defecto de forma idealizada.

Personaje estereotipo: a estos personajes también se los conoce bajo el nombre se clichés porque son predecibles y representan comportamientos o ideas muy conocidas.

Según su caracterización:

Personajes planos: estos personajes se describen a partir de reducidas carácterísticas básicas para que el público los identifique. A lo largo de la narración sus cualidades se mantienen intactas.



–Protagonista: es aquel personaje en torno al cual gira toda la historia. 

Principal: son aquellos personajes que no pueden ser modificados ni quitados de la obra ya que son parte fundamental en la historia. Si éstos se cambiaran, la historia no sería la misma. Muchas veces coinciden con el protagonista. 
Secundario: son aquellos personajes que pueden ser modificados en la historia, sin alterarla significativamente. 
Terciario: son aquellos personajes que aparecen una sola vez en la historia.
Cuaternario: son los personajes que nunca aparecen en el relato pero son nombrados en el mismo. 
Dando un ejemplo simple sobre esta clasificación veríamos que en el cuento infantil “Caperucita Roja”: Caperucita sería la protagonista, el lobo feroz sería el personaje principal (no pasaría lo mismo o no seguiría la lógica del relato si en vez del lobo apareciera una ardilla); la abuela, sería el personaje secundario (ya que podría ser cambiada por el abuelo, un tío, una madrina, etc.); el leñador sería el personaje terciario y la mamá, la cuaternaria (ya que se la menciona pero no aparece efectivamente en la historia). 

Según su función (teoría actancial): 

Sujeto: generalmente es el protagonista o algún personaje principal. Sobre éste recae la acción central. 
Objeto: es lo que persigue el sujeto, el propósito que éste posee. Puede ser otro personaje, un objeto, situación, etc. 
Ayudante: es el personaje, situación, objeto, que facilita el accionar del sujeto. 
Oponente: es aquel que interfiere negativamente en el accionar del sujeto.





La intertextualidad es la relación que un texto (oral o escrito) mantiene con otros textos (orales o escritos), ya sean contemporáneos o anteriores; el conjunto de textos con los que se vincula explícita o implícitamente un texto constituye un tipo especial de contexto, que influye tanto en la producción como en la comprensión del discurso.




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1.- El espacio

Corresponde a el lugar o los lugares donde transcurren los acontecimientos en un tiempo determinado. No obstante, el espacio narrativo no sólo abarca los lugares físicos en los que transcurre la acción, sino que, también, la atmósfera espiritual que se crea en la obra y el ámbito social en que se desenvuelven los acontecimientos.

Espacio físico o escenario
Es el lugar o los lugares concretos y determinados donde ocurren los hechos. Puede ser un espacio abierto: natural, urbano, rural, marítimo, etc., o por el contrario, un espacio cerrado: el interior de una casa, un cine, un bar, una escuela, etc. Este tipo de escenario se presenta mediante pasajes descriptivos, en los cuales, se detiene la acción narrativa.

Ejemplo:
“Lo que estaba delante de mí era un recibidor alumbrado por la única y débil bombilla que quedaba sujeta a uno de los brazos de la lámpara, magnífica y sucia de telarañas, que colgaba del techo. Un fondo oscuro de muebles colocados unos sobre otros como en las mudanzas”.
(Carmen Laforet, Nada, fragmento)

Espacio psicológico
Es la atmósfera espiritual que envuelve a los personajes y a toda la acción, según los conflictos que se planteen: amor, violencia, odio, venganza, desilusión, soledad, etc. Por ejemplo, un clima de soledad e incomunicación condiciona el comportamiento de los personajes y define las carácterísticas del acontecer.
La observación del espacio sicológico o atmósfera que presenta una obra determinada, nos permite apreciar cabalmente el extraordinario poder que posee la palabra literaria.

Ejemplo:
“En toda aquella escena había algo angustioso, y en el piso un calor sofocante como si el aire estuviera estancado y podrido”.
(Carmen Laforet, Nada, fragmento)

Espacio social
Se refiere al entorno cultural, religioso, económico, moral o social en el que se desarrolla la acción narrada. Los personajes tienen un nivel intelectual, cultural; pertenecen o se agrupan en sectores sociales y manifiestan determinadas ideas religiosas o políticas.

Ejemplo:
“La familia de don Dámaso Encina era noble en Santiago por derecho pecunario y, como tal, gozaba de los miramientos sociales (…). Se distinguía por el gusto hacia el lujo, que por entonces principiaba a apoderarse de nuestra sociedad y aumentaba su prestigio con la solidez del crédito de don Dámaso, que tenía por principal negocio el de la usura en gran escala, tan común entre los capitalistas chilenos”.
(Alberto Blest Gana, Martín Rivas, fragmento)




2.- El tiempo

El tiempo adquiere un valor diferente, según se trate de un relato real o imaginario, ya sea realista o fantástico. El tiempo puede referirse a un hecho histórico, al origen en que se cuentan los hechos o bien al tiempo real del lector. El tiempo ficticio es diferente al tiempo real.

El tiempo de la historia
Corresponde a la presentación en un orden lógico y causal de los acontecimientos del relato, en otras palabras, se refiere a la sucesión lineal de los acontecimientos tal como se encadenan en la realidad. Asimismo, se utiliza el término fabula para referirse a esta reproducción cronológica y ordenada de los hechos en el texto narrativo.

Tiempo del relato
Es la disposición estética del acontecer en la narración. El narrador dispone arbitrariamente el orden de los acontecimientos. El narrador organización estética de el tiempo de la historia, instaurando una temporalidad artística. De esta forma, encontramos una serie de técnicas que permiten ordenar estéticamente el relato, las que veremos posteriormente.

El tiempo referencial histórico
Se refiere al tiempo real en que se ubican los hechos narrados. Por ejemplo, en el poema del Cid, sería el Siglo XII; época medieval de la monarquía. Por otra parte podría aludir al tiempo del escritor, es decir, al contexto social y cultural en que se produjo la obra.


Disposición de los acontecimientos
Se refiere a las alteraciones en la temporalidad de la narración, en otras palabras, nos referimos al tiempo del relato y las técnicas que permiten una presentación estética de los acontecimientos. De esta forma, aparece la anacronía que es una ruptura temporal en la narración y aparece cuando el relato se detiene instantáneamente y se introduce un hecho nuevo con una cronología distinta a la que exige la lógica causa – efecto.
Existen dos formas de anacronía:

Analepsis: Es una retrospección. Se vuelve al pasado y se relata un hecho anterior al tiempo del acontecimiento principal.

Prolepsis: llamada también prospección o anticipación, alude a la mirada del narrador hacia el futuro, es decir, se narra un hecho que ocurrirá después del tiempo del relato.

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