13 Feb



2. LA CONDUCTA ANTISOCIAL: CONCEPTO E INTERVENCIÓN SOCIOEDUCATIVA


El comportamiento violento o agresivo es desafortunadamente una manera cotidiana de resolver los conflictos, la única manera de reducir estas conductas es a través de la educación en valores, con la implicación de los distintos agentes educativos y sociales. La paz positiva implica acabar con todas aquellas situaciones (pobreza, injusticia, exclusión) que constituyen la violencia estructural que impide el desarrollo humano. La interdependencia económica, política, informativa y ecológica, unida a una globalización produce una desigualdad creciente entre países y grupos sociales, que desemboca en movimiento migratorios incontrolables.
Al lado de este tipo de violencia estructural la violencia directa contra uno mismo (drogodependencias), en la familia, en la escuela y contra grupos minoritarios ponen en riesgo la paz social en los países con un mayor nivel de distribución de la riqueza, amenazando la seguridad y la vida de las personas.
La paz supone lograr el bienestar, la participación, la identidad y la libertad para todos. La mayoría de los fracasos en la resolución de problemas de conducta en la infancia, no resulta de la incapacidad de niños y niñas para aprender sino de la ignorancia de los adultos acerca de cómo puede modificarse el comportamiento humano y de la importancia de la educación en valores.1.1.

Análisis de conceptos básicos: violencia, conducta antisocial, trastorno de la conducta y delincuencia

Entre los problemas de socialización se incluyen algunos como la mentira, el hurto, la falta de control de los impulsos, la huida de casa, el absentismo escolar reiterado o la agresión. La sociología suele referirse a este tipo de comportamiento como violencia juvenil, la psicopedagogía como conducta antisocial, afecta a todos los individuos y grupos, porque forma parte del contexto y del contenido del proceso de socialización. Algunos autores diferencian a su vez entre conducta antisocial y trastorno de conducta, la conducta antisocial como cualquier comportamiento que refleje la infracción de las reglas de convivencia y constituya una agresión contra los demás y/o contra el entorno, que acaba teniendo consecuencias negativas para el desarrollo del individuo, pueden aparecer en el curso del desarrollo normal, y tenderán a desaparecer siempre que reciban la atención educativa adecuada. Reservan el término trastorno de conducta a los casos que manifiestan un patrón de conducta antisocial sostenido, queda reservado para la conducta antisocial más grave, y clínicamente significativa.
Importante no confundir la conducta antisocial y trastornos de conducta con delincuencia, no todos los menores con trastornos de conducta realizan actos delictivos. Guarda relación más estrecha la delincuencia con la existencia de desordenes en el comportamiento social. En los últimos años, Naciones Unidas utiliza el término adolescentes en conflicto con la ley.1.2.

Factores de riesgo y factores de protección de la conducta antisocial

El conjunto de situaciones personales, sociales y/o ambientales que pueden facilitar la probabilidad de desarrollar desórdenes emocionales o conductuales. Los niños pueden aprender a comportarse agresivamente mediante la imitación del comportamiento de los padres. Los factores de protección son aquellas circunstancias personales y/o ambientales que reducen la probabilidad de que un niño desarrolle comportamientos antisociales.
Los factores de riesgo que pueden influir en la probabilidad del desarrollo de la conducta antisocial, son de muy diversa índole, son fundamentalmente los siguientes:
··Las carácterísticas de la familia y la propia educación familiar. La familia opera en dos dimensiones: una normativa (que trata de inculcar las reglas, valores y convenciones sociales) y otra de relación (que facilita el compromiso de los miembros de la sociedad). El comportamiento antisocial es más probable en niños que se educan en el seno de familias con múltiples problemas. Por el contrario, la existencia de fuertes lazos familiares pueden proteger al niño de las influencias negativas de otros ámbitos en su comportamiento social, es importante promover la existencia de una red de apoyo social que pueda prestar ayuda a la familia en tiempo de crisis.
PATTERSON establece una relación entre determinadas pautas familiares y la conducta social de los menores.

FAMILIAS DE NIÑOS AGRESIVOSFAMILIAS DE NIÑOS NO AGRESIVOS


DISCIPLINAInconsciente.Demandas morales firmes y uso intenso de razonamientp y explicaciones.

CASTIGO

Castigo excesivo. Utilización predominante de castigos psicológicos.

SUPERVISIÓN

Falta de supervisión.Uso consistente de límites y normas claras.

AFECTO

Falta de empatía.Fuertes lazos de afecto.

ACTIVIDADES

No se implican ni comparten actividades.Se implican y comparten actividades agradables.··La escuela. Las variables escolares tienen influencia sobre la aparición y frecuencia del comportamiento antisocial. Las siguientes categorías de comportamiento antisocial en la escuela son: Comportamiento disruptivo en la clase, problemas de disciplina, absentismo y abandono temprano del sistema educativo, intimidación, fraude, vandalismo, violencia física y agresión y/o abuso sexual.
DÍAZ AGUADO proporciona una serie de pautas para intervenir contra la extensión de la violencia.
TRIANES proporciona una serie de orientaciones, que se sintetizan en: criticar la violencia cuando aparezca exponiendo alternativas y fomentando la comunicación, mentalizarnos de que el problema de la violencia es de todos, demostrar los efectos negativos de la violencia, comprender que la violencia, superar las visiones simplistas de las causas de la violencia, superar los estereotipos sexistas, educar a los niños y niñas en valores antídotos de la violencia como acción preventiva.
FERNÁNDEZ ENGUITA señala algunas sugerencias susceptibles de aplicaciones concretas, a escenarios educativos concretos: los profesores deben ser educativos, no hay derechos ni totales ni parciales, todo gran problema fue antes pequeño, pero desatendido, la buena educación exige un organización eficaz y la articulación de la convivencia requiere la apertura a la comunidad. La institución escolar no recibe simplemente los problemas de convivencia, sino que es parte de ellos.
·Factores socioculturales. Los medios de comunicación trasmiten modelos de resolución de conflictos de corte agresivo y violento, patrones de conducta con rigidez en el rol de género y clima social sexista, actitudes sobre las clases desfavorecidas o las minorías. El grupo de amigos es un importante agente de socialización. La importancia concedida a la influencia del entorno, conduce desde los años setenta a la prevención de la conducta antisocial y delictiva basada en la intervención comunitaria.
·Factores personales. Tendencias personales de comportamiento de distinta etiología: impulsividad, dificultades para demorar la gratificación, para apreciar y comprender los puntos de vista de otras personas, y escasas habilidades cognitivas para solucionar problemas interpersonales. La tendencia más sólida actualmente se dirige a posturas interaccionistas. Las variables cognitivas (razonamiento moral, resolución de problemas y de conflictos) toman un valor preponderante en la explicación del comportamiento antisocial.

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