23 Oct

I.                    LA HISTORIA RECIENTE: LOS TRES MUNDOS (1945-1990)



INTRODUCCIÓN

  La pobreza y las desigualdades no son una novedad en la historia del ser humano. Desde las primeras civilizaciones conocemos la existencia de diversas clases y estamentos que formaban sociedades donde los más poderosos poseían el control del sistema económico y como consecuencia, el control del sistema político o lo que conocemos genéricamente como el poder. También la historia nos ha mostrado numerosos intentos de cambiar esa situación por parte de los más desfavorecidos. Ejemplos de ello van desde las rebeliones de esclavos en la Antigüedad, pasando por las revueltas campesinas en la Edad Media y llegando a las revoluciones de la Edad Contemporánea, que produjeron importantes transformaciones sobre todo en Europa. En la actualidad y, desde nuestro entorno desarrollado, contemplamos como el ser humano ha alcanzado unos progresos increíbles en muchos campos: tecnológico, médico, científico, humanístico y artístico, etc. Sin embargo, una civilización como la nuestra, que es capaz de volar a velocidades muy superiores a las del sonido, que ya es capaz de comunicarse con el otro punto del planeta de forma instantánea, que es capaz de almacenar millones de contenidos en unidades mínimas de espacio, se muestra absolutamente torpe a la hora de abordar un problema que acompaña al ser humano desde sus orígenes: la pobreza. Más aún, nuestra civilización se enfrenta a la gran paradoja de progresar en determinados campos casi diariamente y sin embargo la miseria en nuestro mundo es un hecho que puede ser calificado como creciente. Esta paradoja se vuelve además grotesca cuando en la actualidad, desde el bienestar de nuestros hogares, podemos contemplar en directo, a través de los medios de comunicación, situaciones aberrantes como la muerte de un niño por desnutrición, los inmensos campos de refugiados de África, la desesperada llegada de inmigrantes a nuestras costas o la destrucción masiva de una guerra transmitida por televisión. Cuando terminó la Segunda Guerra Mundial (1945), el mundo entró en una etapa donde el problema del desarrollo y la desigualdad entre naciones alcanzó una escala planetaria. Tres “mundos” se contrapónían entre sí: dos de ellos con cierta prosperidad económica , aunque rivales entre sí (mundo capitalista y mundo socialista) y un llamado “Tercer Mundo” que abarcaba áreas enormes cuya carácterística común y principal se resume en una palabra: pobreza. En esta unidad vamos a adentrarnos en esos “mundos”, conoceremos algo de su evolución y estudiaremos la relación que existe entre ellos en la actualidad. EL PRIMER MUNDO: LOS PAÍSES CAPITALISTAS Lo constituyen aquellos países de Europa occidental, Estados Unidos, Canadá, Australia  y Japón, con un alto nivel de desarrollo y que tras la Segunda Guerra Mundial estuvieron liderados por uno de los grandes vencedores: EE.UU.  En el espacio europeo sobre todo, su recuperación vino acompañada de un plan de ayuda norteamericano, conocido como el Plan Marshall. Todos ellos, aunque con algunos matices diferenciadores, se caracterizan por poseer un modelo económico y social que denominamos SISTEMA CAPITALISTA.
Veamos las carácterísticas de dicho sistema:

  • Las empresas y los bienes de producción son en su mayoría de propiedad privada y pertenecen, por tanto, a personas o sociedades privadas con unos trabajadores que perciben un salario.
  • El principal objetivo del sistema es la obtención de máximo beneficio por parte de los propietarios de dichos bienes.
  • Los precios de los productos y servicios vienen determinados por el mercado, es decir, por la oferta y demanda que exista de ellos. Por eso a este modelo también se le denomina economía de libre mercado.
  • El capitalismo tiene una vocación de expansión internacional y por ello las grandes empresas tienden a conquistar mercados fuera de sus fronteras formando multinacionales.
  • Llegar hasta el consumidor se convierte en un objetivo prioritario. Por ello, el marketing, con la publicidad y la estrategia, resulta decisivo para que una empresa tenga presencia en el mercado.
  • Las relaciones sociales entre los propietarios y los trabajadores suelen ser conflictivas al existir choques de intereses entre la obtención del máximo beneficio y las mejoras laborales y salariales.
  • El sistema capitalista adopta modalidades diferentes según las situaciones: de este modo encontramos el llamado neoliberalismo o capitalismo puro, que se produce cuando el poder público o el Estado prácticamente no interviene en las decisiones económicas y casi todos los productos y servicios son de iniciativa privada; y el modelo conocido como economía mixta, donde conviven empresas privadas con públicas y donde el Estado garantiza servicios sociales (sanidad, educación, subsidios) para todos los ciudadanos.
  • Los países del llamado bloque capitalista presentaban regíMenes políticos heterogéneos que iban desde democracias (monarquías o repúblicas) hasta dictaduras, como podía ser el caso de España hasta 1975.

EL SEGUNDO MUNDO: LOS PAÍSES SOCIALISTAS Corresponden a este área aquellos países que liderados por la Uníón Soviética (URSS), tras la Segunda Guerra Mundial quedaron bajo su órbita e influencia. Se trataba sobre todo de la Europa oriental y algunas zonas de Asía. También dentro del bloque socialista se incluían países donde habían triunfado revoluciones que implantaron dicho modelo (China y Cuba). El llamado bloque socialista o comunista se encontraba en franca rivalidad con el bloque capitalista. Esta rivalidad abarcaba campos como el armamentístico, geoestratégico, espacial, etc., y  dio lugar a una situación histórica conocida como la GUERRA FRÍA.
Dicha situación llegó a su fin cuando el país líder (la URSS) abandonó el modelo comunista a partir de 1992, lo que marcará una segunda parte de nuestra unidad. Veamos ahora los rasgos que definen al SISTEMA COMUNISTA o también denominado socialismo real:

  • Todos los bienes de producción y empresas son de propiedad pública y es el Estado quien los gestiona y toma las decisiones.
  • El objetivo fundamental del sistema  es la completa igualdad social y por ello se apuesta por el pleno empleo, aun a riesgo de quedar retrasados en las tecnologías de producción.
  • Se trata de una economía planificada, lo que quiere decir que la producción, distribución, consumo y precios no son decididos por el libre mercado (oferta y demanda), sino que es el Estado el que establece unos planes conocidos como planes quinquenales (para periodos de cinco años). En ellos quedan fijados los objetivos de desarrollo y los niveles de producción y consumo.
  • Las ganancias o beneficios no van a parar a manos privadas sino que revierten al Estado o poder público quien los redistribuye en forma de servicios sanitarios, culturales, educativos, etc.
  • Igual que en el capitalismo, el modelo socialista presentaba modalidades distintas: el socialismo cooperativista, propio de países como la ex Yugoslavia, donde el control de muchas empresas estaba en manos directamente de comités de trabajadores; y el socialismo estatalista o centralizado, más propio de la URSS, donde todo o casi todo el control lo ejercía el Estado.
  • Desde el punto de vista político, el modelo comunista presenta una mayor homogeneidad que el capitalista, ya que el sistema estaba basado en la dictadura de un partido único, quien controlaba todas las instituciones y todos los ámbitos de la sociedad. 

EL TERCER MUNDO La expresión “Tercer Mundo” fue creada por Alfred Sauvy, economista francés, en 1952. Sauvy comparó este TERCER MUNDO con el tercer estado que en la Revolución Francesa representaba a los no privilegiados frente a los otros dos estamentos privilegiados. Con ello se quería representar a aquellos países que hasta el momento habían pertenecido a los grandes imperios coloniales europeos y que tras la Segunda Guerra Mundial se iban independizando en un proceso conocido como la DESCOLONIZACIÓN.
En adelante debían acometer el futuro como países teóricamente libres, pero con un lastre caracterizado por el atraso que se traducía en una situación de pobreza. La mayoría de estos países se reunieron en 1955 en la Conferencia de Bandung (Indonesia) y allí formaron el movimiento de Países No Alineados, lo que quería decir, entre otras cosas, que reafirmaban su derecho a escoger libremente sus vías hacia el desarrollo sin tener por qué seguir los dos modelos imperantes en el llamado mundo rico (capitalismo y socialismo). Los países del Tercer Mundo corresponden a áreas de África, Asía y América Latina y responden a una serie de carácterísticas comunes: La pobreza y las desigualdades sociales. Efectivamente, en estos países se encuentran unos mil millones de personas que viven por debajo el umbral de la pobreza, que el Banco Mundial ha fijado en un dólar diario. En estos países vive el 80% de la población mundial. Esta pobreza va acompañada de grandes riquezas y fortunas que se concentran en muy pocas manos, siendo casi inexistente la clase media.El fuerte crecimiento de la población con elevadas tasas de natalidad y una mortalidad que, aunque mucho más elevada que en los países ricos, tiende a reducirse, lo que supone un fuerte crecimiento natural o vegetativo de un mundo joven que cada vez llama a las puertas de un mundo rico cada vez más envejecido.La importancia de las actividades agrícolas y el retraso de la industrialización.  La agricultura tiene una producción deficitaria y la pobreza en los campos impulsa un fuerte éxodo rural que se traduce en un crecimiento descontrolado de sus ciudades con una altísima tasa de SUBEMPLEO. La industria, cuando existe, está bajo el dominio de las multinacionales extranjeras que no invierten allí sus beneficios. Dependen mucho de sus exportaciones de materias primas, cuyos precios no aumentan excesivamente, mientras que la maquinaria, tecnología y bienes de equipo, que son necesarios para la industrialización, tienen que comprarlos al exterior y sus precios aumentan enormemente.Por tanto, tienen que encontrar capitales para financiar su desarrollo y deben pedir prestado al exterior, atraer las inversiones extranjeras e intentar obtener ayudas de los países ricos. Todo ello hace que estén condenados a sufrir una inmensa DEUDA EXTERNA.
Desde el punto de vista sociopolítico, el orden social no está suficientemente    garantizado, reina la corrupción en muchos sistemas políticos y en numerosos casos la inestabilidad conduce a situaciones de guerras civiles, conflictos fronterizos, refugiados, golpes de Estado, violaciones de derechos humanos, sometimiento a oligarquías locales, etc. A pesar de estas carácterísticas comunes, la realidad demuestra que las diversas áreas que componen el Tercer Mundo tienen una serie de rasgos específicos.ESTE Y SUDESTE AsíÁTICO: se perciben logros económicos tangibles. La industria en algunas zonas ha experimentado un crecimiento y el nivel de vida de la población ha mejorado algo controlándose, por ejemplo, la tasa de natalidad. Corea de Sur, Taiwán y Singapur tienen actualmente índice próximos a países desarrollados. China ha mejorado su situación económica en los últimos años. En cambio, en áreas como la India, Bangladesh y Myanmar, subsisten situaciones de miseria y profundas desigualdades sociales.ÁFRICA: este continente cobija veintiocho de los cuarenta y dos países menos desarrollados del mundo. La mayoría de sus países siguen dependiendo de sus materias primas y son víctimas de la caída de sus precios. La industria de África está aún por construir. La situación social está completamente deteriorada. Se calcula que en África se produce una media de siete a ocho nacimientos por mujer subsahariana, la mortalidad infantil es elevadísima y la esperanza de vida ronda los 53 años. Abundan los conflictos militares, que provocan gastos brutales. Entre 1978 y 1987 en África se pagaron 61 mil millones de dólares para armamento, el equivalente a la mitad de su deuda externa. ¿Quién vendía?AMÉRICA LATINA: se encontraría en una posición intermedia a las dos áreas antes explicadas. El 50% de sus exportaciones dependen de unas pocas materias primas, aunque comienzan a existir poderosos polos industriales. Se ha controlado algo más la natalidad y la esperanza de vida está en los 68 años.

II

                

LA SITUACIÓN ACTUAL: MUNDO RICO DEL NORTE- MUNDO POBRE DEL SUR

 La crisis y el derrumbamiento del sistema socialista a partir de los años noventa, ha dejado obsoleta esa división en tres mundos según el desarrollo. Los análisis actuales tienden a presentarnos un mundo claramente dividido entre un norte rico y desarrollado, y un sur pobre y con grandes dificultades para el desarrollo. Aunque inicialmente los vamos a separar como realidades opuestas entre sí, lo cierto es que entre norte y sur se establecen unas relaciones de INTERDEPENDENCIA que resultan imprescindibles para mantener la riqueza de los Estados del norte, mientras que dicha interdependencia condena a los Estados del sur a seguir encadenados a su pobreza. Describamos previamente ambos mundos. EL MUNDO RICO DEL NORTE Lo denominamos así porque es en el hemisferio norte donde se encuentran la mayoría de países que gozan de riqueza y prosperidad, aunque hay algunos países que se ubican en el otro hemisferio, como es el caso de Australia y Nueva Zelanda.

  • Desde el punto de vista demográfico se caracteriza por las bajas tasas de natalidad y mortalidad, con un crecimiento natural o vegetativo que se sitúa cercano al 0 e incluso en algunos países pude llegar a ser negativo. Ello se traduce en una población progresivamente envejecida.
  • Desde el punto de vista social, existe una numerosa clase media. El sistema de protección jurídica y social (sanidad, educación, vivienda, etc.), el mayor respeto a los derechos humanos son rasgos que definen a estas sociedades. Aunque tampoco pueden ocultarse situaciones de pobreza, desigualdad de oportunidades, tensiones xenófobas y brotes de terrorismo.
  • Desde el punto de vista económico el alto nivel de industrialización, el amplio desarrollo del sector servicios o terciario, la fuerte densidad y calidad de las infraestructuras y una agricultura y ganadería altamente tecnificadas, son rasgos básicos de estas economías.
  • En cuanto a las condiciones de vida, las necesidades primarias están en general satisfechas y no se puede hablar de situaciones de hambre y subalimentación. Los habitantes del norte tienen más posibilidades de disfrutar del consumo de bienes inmateriales (ocio, salud, educación, medio ambiente, etc.), así como de un acceso a determinadas garantías como seguridad social, subsidios de desempleo y jubilación. Aunque esta situación no debe ocultarnos que en el llamado “mundo rico” existen situaciones de injusticia social y que el desarrollo económico produce externalidades negativas como delincuencia, paro, competitividades agresivas, uniformización de las costumbres y culturas, y marginación de minorías.
  • El norte no es un bloque homogéneo, sino que en él existen diferencias. Por ello podemos particularizar a su vez tres grandes grupos de países que implican diversos niveles de desarrollo:

a)      El primero corresponde a la cúspide de la pirámide y lo encabezan Estados Unidos y Japón con elevadísimos niveles de consumo y de renta.b)      El segundo, liderado por Alemania, incluye los países de Europa occidental, central y nórdica. El poder económico a escala mundial es menor que el de los dos países anteriores. Sin embargo, su grado de desarrollo social y de RENTA PER CÁPITA los convierten en paradigmas del desarrollo.Dentro de este grupo y en un segundo escalón de desarrollo, se pueden incluir una serie de países (España, Portugal, Grecia, Irlanda) en que los niveles de renta los convierten en territorios semiperiféricos dependientes de la tecnología punta de los países más avanzados, aunque su nivel de desarrollo social y territorial es lo suficientemente elevado para homologarlos a los Estados más ricos de Europa.c)       El tercer grupo incluye a los antiguos países comunistas de Europa oriental (Rusia, Hungría, Polonia, República Checa y República Eslovaca, etc.). Sus recientes y profundos cambios político-económicos, suponen que los niveles de renta y de consumo no alcancen a los de Europa occidental, pero ello no hace olvidar su potencial industrial, técnico-científico y cultural. EL MUNDO POBRE DEL SUR  La pobreza, cuyos rasgos comunes ya hemos visto en otro apartado, no impide que podamos distinguir diversos grados de subdesarrollo o aproximaciones al desarrollo según las diversas áreas geográficas.

AMÉRICA LATINA

Este inmenso territorio incluye desde las repúblicas caribeñas hasta los Estados andinos (Bolivia, Perú) junto a países industriales de tipo medio (Brasil, México) y países con gran tradición cultural y aceptable grado de desarrollo (Chile, Argentina). Su independencia de España en el Siglo XIX dio paso a una dependencia económica (y en gran parte política) de Estados Unidos, implicando un NEOCOLONIALISMO.
 Las carácterísticas de subdesarrollo latinoamericano es una relativa industrialización y la creación de un cierto mercado de consumo. Sin embargo, su dependencia económica de las inversiones extranjeras, el volumen de su deuda externa, la desvertebración territorial, las fuertes desigualdades socioeconómicas y los innumerables focos de tensión (guerrillas, delincuencia, narcotráfico, situaciones de violación de derechos humanos, corrupción política), son fenómenos que contribuyen a incluir el subcontinente americano como un área subdesarrollada, aunque los países del Plata y Chile podrían ser incluidos en un escalón próximo al de muchos países desarrollados.

PAÍSES ÁRABES

En este grupo se incluye un extenso y heterogéneo conjunto de países que abarca desde el norte de África hasta el Golfo Pérsico. En él quedan incluidos Marruecos, Túnez, Argelia, Libia y Egipto, junto con los Estados árabes de Oriente Próximo (Siria, Jordania, Arabía Saudí, Irán, Irak, Emiratos Árabes Unidos, Yemen, etc.) La diversidad de regíMenes políticos, número de habitantes y PIB, introducen elementos de diferenciación entre ellos. Sin embargo, los lazos que los unen permiten hablar de una relativa unidad. Éstos son:

  • El elemento cultural e histórico.
  • El factor religioso. El ISLAM aglutina a casi 300 millones de personas. No obstante, las diferentes interpretaciones coránicas suponen la aparición de facciones religiosas que pueden degenerar en tensiones que muchas veces encubren conflictos sociales o políticos.
  • Su estructura económica descansa, en muchos países, en la explotación de reservas energéticas (petróleo y gas) que supone una elevada fuente de ingresos elevando la renta per cápita. Ello produce una serie de efectos negativos como una excesiva especialización que acentúa la dependencia con los mercados internacionales y su servidumbre respecto a los intereses de las multinacionales petroleras. También las fortísimas desigualdades sociales en torno a un suelo que produce una riqueza que está en manos de pocos magnates, mientras que una inmensa mayoría social se ve condenada a ocupar zonas estériles.

 En general, este modelo de subdesarrollo se caracteriza por contar con un potencial económico importante que, en cambio, no se ha traducido en un reparto equitativo de la riqueza, ni ha generado un desarrollo social. De hecho, no encontramos con:

  • Una población eminentemente joven, con fuertes oleadas de emigración hacia los países ricos.
  •  Minorías privilegiadas frente a mayorías empobrecidas.
  • Estructuras territoriales duales: ciudades con centros de negocios modernos se oponen a extensas áreas despobladas con ganadería y nomadismo.
  • Bajísimo desarrollo industrial y fuertes gastos de defensa.
  • RegíMenes políticos teocráticos, en algunos casos, y de carácterísticas feudales en otros, con una gran limitación de los derechos y libertades individuales y sociales.

INDIA Y SURESTE AsíÁTICO


En esta regíón de la Tierra viven casi 1700 millones de personas presentando graves deficiencias alimenticias, elevado analfabetismo, elevada mortalidad infantil (por encima del cien por mil), violencia político-religiosa y enfermedades endémicas. En estas áreas existe una minoría de gran poder económico a la que interesa mantener un orden social y religioso tradicional que, unido al gran analfabetismo, elimina o mitiga el inconformismo y la rebelión ante las desigualdades. La gran contradicción alcanza a los Estados de India y Pakistán, que invierten inmensas cifras en gastos armamentísticos desatendiendo otras necesidades de equipamiento social o de infraestructuras. Estos países cuentan con un importante pasado cultural, e incluso en la actualidad existen minorías con elevado grado de preparación científica-cultural, pero ello sirve para salir del abismo de la pobreza. El pasado colonial europeo y la necesidad de convertir las regiones en mercados cautivos, trajo consigo la imposibilidad de una fuerte industria local y, por tanto, de un autodesarrollo.

ÁFRICA SUBSAHARIANA

Aquí se encuentran las regiones más pobres de la Tierra (si exceptuamos el caso de Suráfrica) y presenta la faz más dura de la pobreza y subdesarrollo. Las tasas demográficas se disparan en los casos africanos: hay 35 países cuyas tasas de mortalidad infantil superan el cien por mil. La esperanza de vida está en torno a los cincuenta años. Desde el punto de vista económico, las cifras son escandalosas, las situaciones sociales y la arbitraria división de fronteras realizada por las potencias europeas durante la descolonización, degeneran en cruentas guerras civiles de corte tribal, pero donde no faltan modernos armamentos provenientes de prósperas industrias del norte. A ello hay que añadir las circunstancias climáticas, en las que se alternan largos periodos de intensas sequías que generan terribles situaciones de hambre. A esta última aberración contribuye la ausencia o la deficiencia de infraestructuras en estas regiones. África, a modo de resumen, es el modelo más espectacular de pobreza derivado de una nefasta política colonial y de un proceso de descolonización con consecuencias alarmantes e irreversibles, donde las esperanzas son menos contemplables que en otras regiones estudiadas.

China

El caso de este “gigante asíático” presenta importantes diferencias con los casos explicados, lo que hace que lo estudiemos como un ejemplo aislado de los anteriores.

  • Cuenta con un importante volumen de población (1200 millones de habitantes), lo que supone un 21 % de la humanidad.
  • Aunque cuenta con un sistema político comunista, su apertura a la economía de mercado y al capital extranjero crea una cierta incertidumbre de cara al futuro inmediato. De hecho, hoy es una potencia exportadora de productos industriales hacia la Uníón Europea, Estados Unidos y Japón.
  • La distribución de la riqueza ha supuesto una mayor homogeneidad socioeconómica que en el resto de las áreas estudiadas.
  • Posee un elevado nivel científico-técnico propio, lo que le ha permitido tener un cierto desarrollo independiente de las potencias occidentales.
  • Su planificación demográfica le ha permitido controlar las tasas de natalidad y su crecimiento natural. En este sentido, China presenta una tipología más cercana al mundo desarrollado (mortalidad infantil baja, bajas tasas de analfabetismo, estructura socio-profesional de la población más moderna, etc.)
  • La actual fase de cambio económico, que puede dar lugar a cambios políticos en el futuro, su peso demográfico y su poderío militar, científico y productivo, convierten a China en una latente potencia del Siglo XXI.

LAS RELACIONES NORTE-SUR: LA INTERDEPENDENCIA Después de haber analizado las carácterísticas del norte y del sur, llegamos a la aparente conclusión de que existen dos grandes realidades. Pero sería un error considerarlas como hechos aislados entre sí, como si nada tuvieran que ver con nosotros.  La realidad es aún más dura y no se trata de dos planetas: existe una conexión entre los dos mundos, pero ésta es de una mutua dependencia que origina que el norte necesite del sur para seguir siendo rico, mientras que el sur está encadenado al norte por una serie de elementos que impiden o dificultan, en el mejor de los casos, su desarrollo y su camino hacia la prosperidad. En esto consiste la INTERDEPENDENCIA.
 En este apartado vamos a analizar algunos elementos concretos que suponen esta interdependencia. LA DEUDALas relaciones norte-sur incluyen elementos como los préstamos que los países ricos concedieron a los países pobres desde la década de los años sesenta, es decir, cuando estos últimos alcanzaban su independencia, pero necesitaban capitales para acometer su desarrollo. Según quién aporta el dinero los fondos se distinguen entre públicos y privados. Los fondos públicos incluyen las aportaciones económicas de varios tipos aportadas por los gobiernos y agencias supranacionales como el Banco Mundial, el FMI y otros bancos internacionales menores. Los fondos privados incluyen el dinero aportado por bancos y empresas productivas. Los préstamos a su vez se distinguen en préstamos normales (con un tiempo de devolución breve y a intereses de mercado), y préstamos blandos (con tiempos de devolución a largo plazo y bajos intereses). En el concepto de deuda debemos tener en cuenta esta variedad porque los créditos adoptan estas formas diversas. Los créditos o préstamos tienen dos caras: una festiva en el momento en que se recibe el dinero y otra de luto, cuando hay que devolverlo. Los gobiernos del sur se endeudaron pensando en la cara festiva y descuidaron su capacidad para la devolución. Y así llegó la hora en que dejaron de pagar con regularidad y entraron en la trampa mortal de la deuda que se alimenta a sí misma: los intereses de demora. De hecho, cada vez que se retrasa el pago, aumenta el total de la deuda, pues los intereses vencidos y no pagados se añaden al crédito mismo, provocando un posterior aumento de los intereses, en una espiral sin fin. Por eso y por el hecho de que los países del sur han seguido contratando nuevos préstamos, incluso hasta para pagar los plazos de amortización, la deuda ha ido aumentando más y más. A finales de 1992 la deuda acumulada del sur se elevaba un billón y medio de dólares. La zona más endeudada en términos absolutos es Asía con el 39% del volumen total; le sigue América Latina con el 38% y luego África con el 23%. Los países ricos siguen entrando en el juego de los préstamos porque para ellos es fuente de riqueza, ya que el país deudor en muchos casos, ante la imposibilidad de pago con dinero, deberá responder con sus materias primas, algo absolutamente codiciado en un norte cada vez más escaso de materias fundamentales para sus poderosas industrias. Un ejemplo lo puede suponer Mozambique, que para cancelar su deuda debería utilizar todos los ingresos provenientes de sus exportaciones durante quince años. Ante este gravísimo problema, el Fondo Monetario Internacional aconseja la política de “apretarse el cinturón”, pero ¿quién? Para los países pobres del sur esto supone descender al límite de la subsistencia. La política de apretarse el cinturón se extiende a todos los campos, incluido el gasto público, y como se da más importancia a los carros blindados que a la gente, se recortan gastos en educación, sanidad y asuntos sociales. En el África Subsahariana, por ejemplo, el gasto en educación entre 1980 y 1988 pasó de 11.000 millones de dólares a 7.000 millones. Los efectos de estos recortes son desastrosos: reaparecen enfermedades como la malaria, el tifus y cólera, porque se han suprimido servicios de salud pública y de medicina preventiva. Sube el analfabetismo porque se han suprimido servicios escolares básicos; aumenta el hambre porque se reducen las ayudas de los gobiernos para sostener el precio de los alimentos básicos y aumenta la represión y la muerte para sofocar las revueltas populares. Otras consecuencias de la deuda son:

  • Daños medioambientales de dimensión planetaria: los países del sur, en un intento de conseguir cada vez más recursos naturales que exportar, permiten la destrucción de sus bosques y selvas y el uso excesivo de pesticidas y fertilizantes que contaminan tierras, ríos y mares.
  • Invasión de drogas: muchos países atenazados por la mordaza de los bajos precios de sus productos tradicionales de exportación (café, cacao, algodón, etc.) y ante la necesidad de conseguir moneda extranjera, aceptan que se extienda la producción y exportación de drogas como la cocaína, opio y marihuana.
  • Pérdida de puestos de trabajo: el recorte de inversiones reduce la creación de puestos o los despidos en empresas ya existentes.
  • Aumento de la emigración: cuanto más difícil resulta encontrar trabajo y más se agrava la situación económica del sur, más gente emigrará hacia el norte buscando mejores perspectivas de vida.
  • Pérdidas fiscales: muchos bancos aprovechan los problemas del pago del sur para que resulten nuevos beneficios. De hecho, en muchos países la ley permite que figuren como pérdidas los préstamos de difícil recuperación. De este modo, los bancos declaran menos beneficios y pagan menos impuestos en prejuicio de toda la colectividad.
  • Atentado a la paz del planeta: la deuda provoca situaciones de malestar y revueltas en el sur que antes o después terminan involucrando al norte, quien también obtiene su beneficio por el tráfico de armamentos.

EL COMERCIO DESIGUALLas relaciones comerciales entre los Estados del norte y del sur tampoco se producen en términos de igualdad. Básicamente el problema se reduce a lo siguiente: el norte necesita de materias primas que no tiene o que están agotadas. El sur, con una débil industria, necesita en cambio productos manufacturados o maquinaria procedente de la potente industria del norte. El problema reside en que los precios de las materias primas vienen dictados por el poderoso comprador del norte, quien tiene establecidos en el sur la mayoría de los canales de distribución así como la propiedad de grandes plantaciones controlados por las grandes multinacionales de los países ricos. La mano de obra extractiva se paga con miserables salarios y todo ello hace que los precios de las materias primas tengan una tendencia a la baja. De este modo, y manteniéndose caros los productos industriales no hay forma de que los países del sur obtengan beneficios a costa del comercio exterior, como no sean familias oligárquicas que tienen la propiedad de grandes plantaciones y cuyos ingresos muchas veces son invertidos en bancos del norte. En la práctica, el comercio con el norte no enriquece a los habitantes del sur, sino que más bien los empobrece y las personas no son consideradas como eje de la propia economía, sino más bien como fuerza de trabajo a bajo precio. Los recursos se dirigen siempre hacia los países ricos, donde la gente tiene más posibilidades para gastar y así crece el desequilibrio en el consumo a escala planetaria. El resultado es estremecedor: donde las tierras tienen mayores posibilidades se les quitan a los pequeños agricultores con cualquier excusa y se concentra en manos de grandes propietarios y multinacionales extranjeras. En Brasil, por ejemplo, el 2% de los propietarios controla el 60% de las tierras y en toda América Latina el 70% de los propietarios apenas posee el 5% del terreno. LA GUERRA. LOS GASTOS MILITARESEl 55% de las armas colocadas en el mercado internacional es comprado por los países del sur y la India es el primer comprador absoluto. Para los productores de armamento el porvenir de no era muy halagüeño con el fin de la guerra fría, pero de los conflictos del sur se está sacando un jugoso partido. Según un informe del Parlamento Europeo de 1992, las industrias bélicas europeas estaban produciendo ya un 40% de excedentes de armas respecto a la demanda. Por ello hay cerca de 500.000 puestos de trabajo en peligro. La respuesta más lógica a estos problemas es la reconversión de las industrias bélicas en otras con fines civiles. Pero como esta opción supone muchas exigencias para todos, se está yendo por el camino de vender más armas sobre todo en el sur. La experiencia enseña que hay una estrecha relación entre pobreza y gastos militares pues los gobiernos locales sustraen fondos de las acciones sociales en perjuicio de los más pobres. Efectivamente, los países con gastos militares tres veces superiores a los sociales ocupan los últimos puestos en las tasas de alfabetización y esperanza de vida. En el sur cada semana mueren 250.000 niños por enfermedades que en el norte consideraríamos leves y que podrían evitarse con una inversión equivalente a los gastos militares de un solo día. LA NUEVA ESCLAVITUD Cuando el cine nos muestra situaciones de esclavitud nos sentimos impactados, pero inmediatamente sentimos el alivio al pensar que forman parte de la antigüedad romana o de las plantaciones estadounidenses del Siglo XIX. Sin embargo nuestro próspero presente tiene circunstancias que pueden ser aún más terribles que las que contemplamos desde la historia. Es en las plantaciones del sur donde se encuentran las peores formas de explotación y represión laboral. En Kenia, por ejemplo, la ley garantiza algunos derechos sindicales y sociales sólo a quien trabaja de manera continuada más de noventa días. Por ello, muchos obreros son contratados por 89 días, quedan en paro una jornada y se reincorporan, si tienen suerte, de nuevo al trabajo. Con frecuencia se recurre al trabajo de los niños. En las plantaciones de té de la India trabajan 57.000 niños menores de 14 años. Muchas plantaciones se encuentran lejos de los centros habitados y los trabajadores se ven obligados a vivir en ellas. En Colombia, las pequeñas y medianas plantaciones de algodón de la regíón de César ofrecen a los trabajadores temporeros alojamientos precarios que no disponen de agua potable ni de servicios higiénicos y los braceros se ven obligados a lavarse en ríos o lagunas, con frecuencia envenenados con antiparasitarios. Los salarios son miserables y esa es una poderosa razón por la que las multinacionales abren plantaciones en el sur. Por ejemplo, entre 1974 y 1984 las empresas Dolé y Del Monte se trasladaron masivamente a Filipinas porque en Hawai los obreros habían conquistado una paga de dos dólares y 64 centavos por hora, mientras que un filipino ganaba sólo 15 centavos por hora. La intoxicación por pesticidas es otro grave problema, las nulas protecciones de los trabajadores de plantaciones de banana en Centroamérica ha provocado enfermedades a causa de los pesticidas que muchas veces se arrojan desde aviones sin ningún tipo de consideración. Las intoxicaciones tampoco son infrecuentes entre los trabajadores del textil, cuyos tintes tienen composiciones químicas nocivas y que les afectan gravemente a los pulmones al no trabajar con la más mínima protección. Por otro lado, dentro de las plantaciones cualquier intento de organización sindical encuentra muchas dificultades pues los empresarios financian escuadrones armados para reprimir a los dirigentes sindicales. Por todo ello las condiciones laborales (salarios, jornadas, seguridad física y laboral) son muy precarias. Otra forma aberrante de esclavitud es la prostitución, muy ligada al turismo sexual demandado por parte de visitantes de los países del norte. Así lo indica la industria del sexo que se desarrolla inexorablemente en los países decididos a obtener el máximo de divisas, en muchos casos con la pasividad o incluso con la corrupta complicidad por parte de las autoridades locales. En Tailandia, por ejemplo, el 1 % de la población se dedica al negocio de la prostitución al servicio de turistas extranjeros. Este mercado incluye 800.000 niñas, muchas de las cuales son importadas delos países colindantes. No hablan la lengua local, no tienen documentos y cuando se descubren casos de portadoras del SIDA son devueltas a sus países. Desgraciadamente muchas adolescentes birmanas acaban trágicamente su carrera de prostitución obligada: en cuanto regresan a sus países pueden ser bárbaramente asesinadas

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