01 Abr

La palabra pastel se deriva de la pasta que así formada, que se moldea en forma de barritas. El encanto y frescura de los pasteles su pureza de color y su inmediata respuesta cuando se aplican al papel son parte de la naturaleza del medio, y lo distinguen de la pintura al óleo.

Los pasteles permiten pintar y dibujar con ellos, porque el medio tiene algunas de las cualidades de ambas técnicas. Los pasteles tienden a perder atractivo cuando se fuerzan las posibilidades del medio y se intenta imitar la pintura al óleo.

Evolución histórica de la pintura al pastel



Si se analiza más en detalle la evolución de las barritas al pastel y de su técnica de aplicación, se observará que la pintura al pastel está sometida a una alternancia continua entre olvido y redescubrimiento. En la Edad Moderna comienza el empleo del pastel sólo para colorear dibujos.

En el siglo XV, Leonardo da Vinci (1452 – 1519) descubre la técnica al pastel como un “método de colorear en seco”. Leonardo es también uno de los primeros artistas de la Edad Moderna.

Aunque ya en los siglos XV y XVI se utilizaban pigmentos poco aglutinados para dibujar con colores, hasta el siglo XVIII no se establece como tal el arte de pintar al pastel. En la ápoca Rococó, durante el siglo XVIII, el pastel logró la máxima importancia como técnica pictórica. En Francia e Italia se desarrollaron hasta la perfección trabajos artísticos con lápices al pastel. Sin embargo, el verdadero pionero del medio fue una pintora veneciana, Rosalba Carriera (1674 – 1757), una de las pocas mujeres que consiguieron fama artística antes del siglo XIX. Tuvo un tremendo éxito trabajando en Francia durante la regencia de Luis XV.

En Francia, la pintura al pastel llegó a ser una fiebre. En la época siguiente, el pastel fue postergado por los artistas. Edgar Degas (1834 – 1917), el principal pastelista entre los impresionistas, en los años en torno al cambio de siglo, siguen siendo insuperables dentro de la historia de la pintura al pastel.

En el caso de Degas, se caracteriza continuamente por el dibujo a lápiz y pastel. Para ello transforma todo el esplendor de colores impresionistas típico de él en tonos pastel suaves y contenidos. Eugéne Delacroix (1798 – 1863), representante significativo del romanticismo en Francia. De los trabajos de Delacroix le impresiona el colorido, Su amistad con Manet le hace llegar al tema principal dentro de sus trabajos al pastel. Desarrolla una técnica al pastel especial en unión con agua que recuerda por su sensibilidad el colorido de las primeras pinturas al fresco.

Todo artista que desee pintar con pasteles debería estudiar las obras de la Tour y su contemporáneo Perronneau (1715 – 83), los retratos más serios de Chardin (1699 – 1779) y las innumerables técnicas empleadas por Degas. El desprecio por los pasteles se debe en parte a su asociación con empalagosos retratos de niños. La gama de posibilidades de este expresivo medio es mucho más amplia.

Superficies



Las bases sobre las que se pueden aplicar los colores al pastel son casi todos los tipos de papel. La condición indispensable es que la base presente cierta rugosidad, para que las partículas de color puedan adherirse bien a ella. Los papeles muy lisos no sirven, a menos que se sometan a un raspado previo. Por otra parte, la superficie no debe ser excesivamente áspera. Una base demasiado áspera absorbe demasiado color y dificulta el proceso de trabajo.

Papeles



El pastelista de dibujo para colores al pastel ha de ser de grano medio o grueso y puede ser blanco aunque generalmente se dibuja en papel de color.

El papel Ingres es especialmente apropiado para la pintura al pastel por su granulado expresivo. Los papeles del tipo Ingres tienen un grano agradable al tacto, y una amplia gama de colores.

El papel avitelado es bueno para trabajos delicados. También es apropiado emplear el papel de acuarela. Algunos pintores al pastel prefieren los llamados papeles de terciopelo cuya superficie está formada por una capa fina de fibras textiles espesas. La superficie aterciopelada capta mucho polvo pastel. Sin embargo, los pigmentos de color no se pueden mezclar tan bien por medio del difuminado.

En cuanto a la superficie de las diferentes bases, se observa que las superficies lisas son más apropiadas para introducir detalles, mientras que las más ásperas exigen un difuminado más fuerte si el pintor no quiere elaborar la textura de la composición.

Pigmentos



El pastel es el medio más noble, más dúctil y maleable. Las tizas o lápices pastel se prensan a partir de pigmentos cromáticos, un medio de relleno y aglutinantes, añadiendo agua como vehículo de humedad, pero no hay aceite. No hay barnices ni esencias que, como en cualquier otro medio, afectan la pureza y riqueza del color. Y es por esta misma razón que el pastel es un medio frágil, quebradizo, inestable, que en pura ortodoxia no debe ser fijado, ni tocado, ni , aun en lo posible, mezclado.

Los colores al pastel son cubrientes; pueden mezclarse y pintarse colores claros con y sobre colores oscuros; pueden y deben ser difuminados, alterando el difuminado de unas partes con el trazado de otras.

Las barras de pastel son blandas, medias o duras, según la cantidad de goma incorporada a la pasta. Si se aumenta la proporción para endurecer la barra, se disminuye el brillo del pastel. Así pues, las barras más brillantes son las más blandas y frágiles. Esta es una de las desventajas del medio. El pastel conserva su fuerza y frescura durante décadas, e incluso siglos.

Técnicas



Boceto


La mayoría de los pastelistas, hacen un esbozo o dibujo-guía, en carboncillo, antes de empezar a aplicar los pasteles. Incluso aquellos que consideran los pasteles más como medio de pintura que de dibujo, lo suelen encontrar útil.

Trazos



Los trazos deben ser siempre confiados y libres, ya que cualquier timidez en el gesto producirá una imagen carente de definición. Frotar demasiado con el dedo o con un difumino dará como resultado una superficie pulida que rara vez tendrá un acabado agradable

El pastelista debe alternar trazos espesos y finos; utilizar el borde afilado del pastel; aplicar el pastel de plano sobre el papel; usar el pastel en todos los ángulos, entre los extremos citados. La cantidad de presión aplicada es vital para conseguir diferentes efectos. Si se aplica mucha presión, el pastel penetrará en el grano del papel, llenándolo. Es conveniente hacer trazos preliminares tentativos pero firmes. El sombreado cruzado y el trabajo abierto son los modos más prácticos de conseguir efectos de tonos y sombras.

Impasto con pastel



Se trata de una especialización que requiere mucha práctica y fue su principal practicante. Comenzaba dibujando los contornos de su composición en colores fuertes. Fijaba esto del modo habitual y después dibujaba sobre el fijativo con más pastel; lo fijaba de nuevo y añadía una tercera capa de pastel. Degas dejaba la capa final con toques de pastel puro, habiéndose encontrado muchas veces su polvo en la parte inferior de los marcos. Los trazos los aplicaba abiertamente, con sombreados cruzado, y añadiendo toques de color superpuestos, para conseguir el efecto final.

Pasteles con otros medios



En combinación con acuarelas o gouache, los pasteles pueden ser muy vivos y efectivos. Se los puede superponer a la pintura al agua, o aplicar acuarela sobre los pasteles. El carboncillo, el lápiz carbón y los lápices sanguina y de cera blanca son excelentes medios auxiliares. Degas combinó pasteles con temple hecho mezclando pigmento en polvo con cola animal. Las posibles combinaciones de pastel con otros medios son prácticamente infinitas. Miller combinó pasteles, óleos, acuarelas y lápiz negro.

Vapor y pincel


Esta es otra técnica muy eficaz iniciada por Degas. Empleó estos diversos métodos por separado o en combinación.

Borrado


El pastel se borra con goma maleable, además de con un trapo limpio viejo o con papel absorbente.

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